TW

Nos acercamos a los dos patitos y si miramos hacia el año que acaba, contemplaremos fascinados el espectáculo de un mundo transformándose vertiginosamente ante nuestros ojos. Creemos que podemos prever lo que pasará mañana pero es imposible. O que podemos impedir los cambios que se avecinan pero no podremos. Chapoteamos en un estanque de cisnes negros y efectos mariposa. Cuando conseguimos entender y adoptar una actuación coherente… la situación ya se ha modificado y nos encuentra aturdidos, descolocados, confundidos, burlados. Hasta para cenar fuera de casa te piden el pasaporte.

Noticias relacionadas

Afrontamos una racha crítica y problemas terribles que confiamos acaben en el nuevo año. Deseos. La vida está hecha de deseos y trabajos para conseguirlos. Pero las cosas tienen su dinámica, su inercia, su tendencia… y entre pandemia, populismos, deuda pública, radicalismos y postureo, el cóctel es explosivo. Si la Transición trajo la reforma hacia la democracia y las libertades, las fuerzas imperantes hoy trabajan para la izquierdocracia y la ruptura. Sin embargo, en el lado positivo de la balanza colocaremos el amor, la amistad, la solidaridad, la ilusión y la creatividad e iniciativa para construir algo mejor. ¿En qué lado nos colocaremos nosotros? Si nos concentramos en ese lado bueno, el 2022 puede ser un año extraordinario.

Dejaremos de ser peleles manejados por oscuros intereses, venceremos a ómicron y aprenderemos la lección.