La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) elige la palabra del año y 2021 nos ha dejado candidaturas como: negacionistas, ecoansiedad, criptomoneda, fajana, talibán, vacuna o metaverso. Cada uno puede sugerir alguna. Por ejemplo, ómicron o mascarilla.
Metaverso suena a poesía pero se utiliza para describir una representación mediante programas de realidad virtual. Pensábamos que el universo lo abarcaba todo pero ahora resulta que hay una realidad paralela capaz de producir múltiples efectos en nuestras vidas. Podemos vivir ilusionados, manipulados y engañados creyendo que tenemos ideas y opiniones propias. No seamos ilusos. La mentira virtual en manos de intereses particulares puede producir daños y perjuicios que sean de verdad.
Siguen los progresos de la ciencia para vencer al coronavirus y sus variantes (los virus mutan más que Pedro Sánchez) o la exploración del universo con el lanzamiento del telescopio espacial James Webb. Por ese lado, podemos sentirnos orgullosos. Son hitos históricos de la Humanidad. Logros increíbles.
El año 2022 ha de unir el universo, el metaverso y todo lo diverso para abandonar el callejón sin salida en el que estamos metidos. Utilizamos instrumentos tecnológicos del siglo XXI para seguir haciendo una política de enfrentamiento y de bloques propia del siglo XIX. En lugar de solucionar problemas los multiplicamos. El año que empieza prepara palabras nuevas para las nuevas realidades.
