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Casi todas las guerras que conozco han fraguado sus inicios en el caldo de cultivo de la incomprensión, el egoísmo y, sobre todo, el absurdo afán de poder sobre los demás. Lo malo de la guerra es que con ella campan a su albedrío los cuatro jinetes del apocalipsis. Como ustedes sabrán, tema de la memorable novela que en 1916 publicaba Vicente Blasco Ibáñez: la guerra, el hambre, la peste y finalmente la muerte.

Antes de plantar los 130.000 hombres armados hasta los dientes a un tiro de piedra de la frontera con Ucrania, Rusia había ya preparado unas maniobras navales con 140 barcos y 10.000 marinos a 200 kms de la costa irlandesa.

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Conviene no perder de vista como se han iniciado algunas guerras, cuáles fueron sus dramáticas consecuencias.    La verdad es que da perplejidad, ahí les dejo algún ejemplo que ahora mismo me viene a la memoria. Fíjense: el hundimiento del Maine en la bahía de La Habana, 1898, fue el detonante para que América atacase a España, lo que pudo haber sido perfectamente el inicio de una cruenta guerra, siendo España completamente inocente. El asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austro-húngara y de su esposa la archiduquesa Sofía en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, que a la postre fue la mecha que prendió las hostilidades bélicas que comenzaron en agosto de 1914 y, que nadie pensaba que aquello era el principio de la I Guerra Mundial, que duraría cuatro años, ocasionando millones de muertos y millones de heridos, a parte de ciudades devastadas, palacios convertidos en cascotes, que es lo que suele suceder cuando galopan por ella los cuatro jinetes del apocalipsis.

Ahora Rusia ha invadido Ucrania, llevando consigo el estigma de los resultados seguros de una sangrienta invasión, y ni siquiera los que saben de estas cosas, han sido capaces a la presente de decirle al mundo porqué ¿Cuál es el motivo? Los que han iniciado las hostilidades ¿Se han parado a pensar hasta dónde puede degenerar si otros países se suman bélicamente en favor de Ucrania o de Rusia? ¿Es que estamos todos locos?    Hoy tenemos muchos países con ojivas nucleares ¿En caso de una escalada bélica ningún país va a tener la tentación de no usar su potencial nuclear? Un inolvidable político español dijo que si algún día se desencadenaba una III Guerra Mundial usando armamento nuclear, la IV Guerra Mundial iba a ser a pedradas, caso de quedar gente para desencadenar una próxima guerra. Déjenme recordarles que en quedando un par de personas es suficiente para montar una guerra; Caín y Abel no eran más que dos, y la quijada de un asno no era un arma muy sofisticada pero bastó para que un hermano matase a otro.

Fíjense lo que dijo el pasado 27 de febrero Vladímir Putin, como si eso no fuera nada y ordenó activar su arsenal nuclear.    En resumidas cuentas, Putin está viendo que doblar el brazo a Ucrania no va a ser un mero paseo militar y está optando por meter el miedo en el cuerpo a propios y extraños. El hecho de nombrar su fuerza nuclear, refuerza su palabra en caso de ir a una negociación del conflicto que él mismo ha provocado para tener una posición de fuerza.    Posiblemente los jerarcas de la guerra no esperaban que los ucranianos se defendieran como gato panza arriba.    De momento le está costando a Rusia un número de bajas superior al que habían calculado.    La expectante población mundial está angustiada, otra cosa no puede hacer, temerosos de que un nuevo país haga crecer el problema; además, se está librando una guerra en un teatro con muchas centrales nucleares, algunas enormes, solo faltaría que por la imprudencia del hombre tuviéramos un nuevo Chernobyl o aún peor, pues de ser así, puede que los cuatro jinetes de la apocalipsis, cabalguen por la inmensa soledad de una gigantesca estepa sin….    Vida.