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Pues yo te doy las gracias, agente infiltrado, por cumplir tu trabajo. Por tener el valor de jugártela donde otros callan, por mirar por el bien común por encima del bien personal. Me imagino que posponer un tiempo tu vida personal para vivir tu vida profesional no habrá sido fácil y que te habrá tocado vivir situaciones que no habrán sido agradables entre tanto cuento que te rodeaba. ‘Xerrameca’ le gusta decir a un amigo mío. Yo sí que estoy orgulloso de lo que has hecho y, mientras hay otras letras, otras páginas y otros que escriben que se aprovechan de ese mismo cuento y que encabezan ataques personales que flirtean con lo ilegal, yo te ofrezco mis letras, mis palabras y mi columna de apoyo y de agradecimiento porque pocas personas estarían dispuestas a jugársela como tú lo has hecho.

Un día hablaremos, agente infiltrado, y comentaremos lo repugnante que debe ser para ti vivir todo esto y el ataque personal y profesional que debes estar viviendo. Recuerda lo que el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha dijo una vez: «Ladran, Sancho, señal que cabalgamos». Cabalga, amigo, que el ruido no confunda a nadie de que has hecho lo correcto porque somos muchos los que estamos hartos de pagar fiestas ajenas y de que malversen el dinero que cada vez cuesta más ganar y que nadie supervisa.

¿Lo has hecho bien o lo has hecho mal? Has hecho lo que tocaba, aunque pueda haber quien se tire del pelo, se rasgue las vestiduras o se sienta dolido. Hace tiempo que marchitó la revolución de las flores y del buen rollo y ahora lo que queda ni es lo que dicen, ni parece lo que cuentan. Y lo habrás vivido en primera persona.

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Me entristece ver como los mismos que te encargaron la misión son los que ahora te dan la espalda, o mejor dicho los que te la dejan al descubierto, los que se olvidan de ti, los que no han tenido ni el decoro de salvaguardar tu identidad, o al menos ayudarte. ¿Sabes? Esa misma gente que ahora está permitiendo un linchamiento social estimulado y animado desde parte de los medios de comunicación.

Qué triste es que gritemos al unísono denunciando las injusticias y condenando cualquier forma de acoso y ahora, los que más gritan y más ruido hacen lo estimulen con total impunidad llegando a compartir dónde vives. Qué sorpresa que se haya sabido de tu misión y de tu identidad en el momento que los partidos independentistas han accedido al CNI y a los secretos de Estado. Qué triste que todavía haya quien los defiende y quien los protege.

Gracias, agente infiltrado, por velar por nuestra seguridad y por nuestros intereses. A ti y a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

dgelabertpetrus@gmail.com