Se ha hablado mucho estas últimas semanas del Lazareto a raíz de los conciertos que se han celebrado allí. Fue el presidente Santiago Tadeo y su consellera Aurora Herraíz, del PP, los que gestionaron en 2015 la cesión de este islote al Consell Insular. Ubicado dentro del puerto de Mahón ha albergado durante las pasadas legislaturas diversos eventos hasta que el actual equipo de Susana Mora ha decidido que el lugar se convierta en una discoteca de moda, al menos durante unos días.
Parece extraño que, dada la vertiente ideológica actual del Consell Insular, haya sido este gobierno quien haya cedido a una empresa capitalista y privada la gestión y explotación del recinto público. Se supone que será para rentabilizar el lugar y/o para aminorar los gastos de mantenimiento. De todas formas caen los tabús.
Pero permitir y promocionar conciertos multitudinarios significa apoyar la masificación y eso ha dado pie a que durante diez días se hayan trasladado al islote unas dos mil personas diarias, es decir que más de veinte mil personas han pisado el recinto que antes era privado (pertenecía al Ministerio de Sanidad) y silencioso.
Pero más allá de estas disquisiciones, la verdad es que, al parecer y según cuentan las crónicas, el lugar puede haberse entronizado como ubicación interesante para la celebración de este tipo de actos. Aunque sean estruendosos. Ya sabemos que al final la fiesta y la juerga siempre lideran las preferencias humanas. Por otra parte algunos considerarán un logro transformar un lugar que se asociaba al dolor y al sufrimiento por el estrépito del ritmo contagioso y de la gastronomía de moda.
El mayor problema ha podido ser el traslado en barcazas de los asistentes a los conciertos desde los muelles de Mahón al producirse las consiguientes colas, retrasos e incomodidades. Trasladar dos mil personas al día en barca no es tarea fácil.
Habrá gente que no sepa que originalmente la isla de Lazareto no era tal isla sino que era una península (llamada de San Felipe) unida al ‘continente’ por un brazo de tierra. Fue en 1900 cuando se aisló construyéndose el Canal de Alfonso XIII, más conocido como Canal de San Jorge. Las razones para tal separación fueron de orden militar (para facilitar y acortar el acceso por mar a La Mola, evitando los vientos que azotaban a las barcas que suministraban enseres al centro militar cuando navegaban por la orilla que mira a Es Castell). El Lazareto se empezó a construir en 1793 (durante la dominación española de la isla) por orden del Conde Floridablanca, ministro de Carlos III de España. Después de variados incidentes y retrasos entró ya en funcionamiento en 1817 y se mantuvo como tal lazareto durante los siguientes cien años. Posteriormente, y después de otros usos, se utilizó como dependencias de ocio para el personal del Ministerio de Sanidad.
Este origen geofísico ha dado pie a que en las últimas décadas se presentaran algunos proyectos con el fin de volver a conectar el Lazareto con la costa norte de la isla mediante la construcción de un puente que facilitase la llegada a la isla (sin taponar el Canal) y diversificara así el acceso a la misma. A día de hoy es fácil preguntarse ¿cómo hubieran afectado estos pasados días a los conciertos la aparición de una posible tramontanada o una de las clásicas tamborinades de verano?
No toda la isla del Lazareto es jurisdicción del Consell Insular. Buena parte de ella es propiedad de Golden Island Enterprise que en 2021 presentó ante la Comisión Europea en Bruselas una iniciativa que incluía la construcción de un puente además de otras dependencias destinadas a muelle y a almacenes de cereales que, como pregonan en su proyecto, beneficiarían al sector agrícola de la isla.
La actual isla de Lazareto es una ANEI y no es urbanizable. Por otra parte entendemos que tanto el PTI como el PGOU de Mahón la califican como suelo rústico de alto nivel de protección. Los promotores del proyecto por su parte defienden su proyecto como de interés estratégico para la economía agrícola de Menorca y recuerdan que el islote es competencia exclusiva de Puertos del Estado. Al mismo tiempo se respaldan en el Real Decreto 2/2011 del 5 de septiembre donde se especifica todo lo relacionado con «Puertos de interés general». Aseguran que Bruselas se ha tomado muy seriamente esta iniciativa que podría, a decir de sus promotores, ayudar a la supervivencia del campo menorquín.
La polémica y la discrepancia está servida y hace adecuada la pregunta de ¿volverá a unirse el Lazareto con el resto de tierra menorquina aunque solo sea con un puente?
Nota: El autor de este artículo ni apoya ni reniega de la construcción del puente citado, solo expone el proyecto.
