TW

La inversión de cuatro millones de euros de Cyril Paillard y Jean Moueix para transformar Torralba, un    lloc de la costa sur de Ciutadella en la primera explotación vitivínicola de Menorca, espera la declaración de interés general que tramita el Consell.

Paillard y Moueix arrancaron este proyecto hace siete años, tras firmar un contrato de alquiler de esta finca por 99 años. Al año siguiente empezaron a plantar las cepas. El viñedo cubre hoy una superficie de veinte hectáreas, distribuidas en 25 tanques. Para ello ha sido preciso eliminar paredes de pedra seca que ya no cumplen su misión al haber cambiado la explotación de la finca, dedicada antes a la actividad ganadera y que ahora busca su futuro en una bodega con seis variedades de uva: cabernet, callet, garnacha, tinta, malvasía y garnacha blanca.

Su objetivo consiste en producir 1.100 hectolitros al año, con un rendimiento de 0,70 litros de vino por kilo de uva.

Noticias relacionadas

El Grup d’Ornitologia Balear (GOB) cuestiona el proyecto y ha registrado alegaciones en contra porque «rehúye el análisis de conjunto y los impactos sinérgicos». En caso de ser aceptadas por el Consell y si no aprueba el interés general, Menorca perderá esta inversión.

Después del cierre de la planta envasadora de Menorca Llet, que es una mala noticia para todo el campo de la Isla, y cuando se buscan alternativas para diversificar el vacuno de leche, proyectos como el de Torralba abren la puerta a reabrir llocs sin actividad ni payés porque no eran rentables. Se recupera la elaboración de aceite y vino, con larga tradición en Menorca; y la industria vitivinícola se consolida con nueve bodegas y casi 200 hectáreas de viña.

Ya hemos vivido ejemplos de emprendedores, creadores e inversores que huyeron de Menorca, como Richard Branson y Eduardo Chillida porque se sintieron incomprendidos. Esperemos que ahora no ocurra lo mismo con Paillard y Moueix.