La gran mayoría de la población comparte los principios de la lucha feminista: las mujeres han de tener los mismos derechos y cobrar igual que los hombres, deben estar igualitariamente representadas en todos los ámbitos de la política, la sociedad y la empresa, tienen derecho a una sexualidad libre, a vestir como quieran y sin velos obligados y, por supuesto, la violencia machista es intolerable. Si eso es cierto, también lo es que existe una parte del movimiento feminista, muy minoritaria, pero también muy ruidosa e inquisitorial, que, al negar las diferencias biológicas entre los sexos y defender que el género es puramente una construcción cultural, distorsionan la realidad. Lo segundo es cierto, pero solo en parte y lo primero falso. La suma de una verdad y una falsedad es siempre una mentira.
A corre-cuita
Melones
01/10/22 3:59
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