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«Vale, allí estaremos». Con estas palabras nos comprometimos en su día a estar en Bilbao el pasado sábado día 3 de diciembre. La causa, la celebración de una cena de reencuentro con un amigo, Paco Manrique de Lara, sobrino del reconocido notario que fue de Mahón, a quien hacía varios años que no veíamos desde que regresó a su tierra natal. Y ja que hi som nos quedamos unos días más.

Salimos con el vuelo a Barcelona a media mañana del mismo sábado, una hora muy burguesa. Lamentablemente los vuelos directos Menorca-Bilbao son escasos y tuvimos que adaptarnos a las posibilidades de las escalas. ¡Cuánto añoramos los múltiples vuelos directos desde Mahón de esta pasada temporada! Un lujo que esperamos poder volver a gozar en menos de seis meses.

En los últimos tiempos algunos pasajeros entran en las cabinas de los aviones con enormes mochilas que cuando pasan por el pasillo o cuando las quieren subir a los compartimentos de equipaje sobre los asientos, chocan irremediablemente con las cabezas de los pasajeros ya sentados. Un día sucederá una desgracia porque esos porteadores se creen sherpas del Himalaya. ¡Odio esas mochilas!

DURANTE EL VUELO pido una Coca-Cola zero azúcar y me la sirve una azafata que lleva una chapa en apoyo a la actual huelga de Vueling y otra placa que muestra su nombre: Haizena. Le pregunto qué significa y me responde que «viento» en vasco, el idioma inventado por el Pompeu Fabra vasco, Sabino Arana, y que es minoritario en el País Vasco. Creo que llamarse Viento es maravilloso aunque en Menorca sabemos que el viento (ese aire en movimiento que nace de la brisa) fácilmente puede transformarse en tramuntanada, esa violencia.

En este avión vemos como todos los respaldos traseros de los asientos llevan publicidad de «Circuitos ciclistas en Menorca para esta baja temporada». Pero solo en francés e inglés.

Bilbao nos recibe con buen tiempo. Comemos en Baden-Baden un local popular entre los ’locals’. Nos topamos con unas comidas de Navidad, esa costumbre tan española, que confirma una vez más que la unidad de España está asentada en buena medida en la cocinas y en las mesas. Y concretamente en la tortilla de patatas. Una mesa con diez mujeres, ya cocidas al pil-pil, lanzan ruidosos vivas al vino y a las mujeres (¡Cómo siempre hoy en día, los hombres son los grandes olvidados!). En otra, otras seis se destornillan de risa. En otra un comensal come con boina. Se nota que es una sociedad ruidosa donde los estruendos están al orden del día excepto los más violentos que al parecer ya se han olvidado. La vasca es una sociedad que se mira el ombligo y que renuncia al pasado inmediato para no tener que lamentarlo. Es mejor callar y olvidar hasta que Bildu supere en votos al PNV y se vuelva a armar la marimorena. De hecho ETA nunca fue derrotada en toda su extensión sino que fue absorbida por el sistema que ahora financia sus nuevas actividades políticas, les forra de dinero e incluso les permite cogobernar en Madrid con el sanchismo.

Se nota que el País Vasco es una sociedad opulenta. La gente vive bien y come mejor. El domingo deambulamos por la ciudad y por la tarde visitamos la Alhómdiga, un centro cultural de primer orden que demuestra la pujanza de la región cuyo ‘cupo vasco’, ese abuso indecente y brazo ejecutor de su prosperidad, algún día será puesto en cuestión por la Unión Europea.   

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Al día siguiente alquilamos un híbrido automático por un precio sorprendente y conducimos a San Sebastián. El tiempo nos sigue acompañando, no llueve. La red de carreteras y autovías es excepcional. La única sombra es no poder olvidar que en aquellos bosques tan hermosos aparecieron en su día docenas de asesinados por ETA. En el trayecto a Donostia se ve el desvío a Ermua, nombre de terrible recuerdo, a Rentería, donde nació el hijoputa más grande de toda España, etc. Pero estamos de vacaciones y esos recuerdos no nos deben de arruinar nuestro puente.    (Continuará)

Notas: 1- Tremendo: Según anunció entusiásticamente TV3 (7 de diciembre): «El primer sapiens era catalán».

2- «España es    país fecundo en el patrioterismo de aldea, el nacionalismo de campanario, el orgullo identitario y tribal. Todo empeño en mostrarse distinto, y aún superior al vecino, es iniciativa bien recibida, valorada y hasta votada» (A. Vara, Vox Populi).

3- El viernes 8 fue un auténtico ‘Black Friday’ político. Todo estaba en oferta: el Código Penal, el Tribunal Constitucional, los jueces, la malversación, etc.

4- ¿Saldrán gratis al sanchismo todas estas tropelías siempre en beneficio de los golpistas?

5- Con casi 700 empleados el Consell insular es la mayor empresa de la Isla y la menos eficaz. Shame.

6-Un auténtico intelectual nunca puede ser nacionalista, es decir, un ser encerrado en una parcelita.

7- Qatar al menos habrá servido para liquidar el futbol de toque, ese aburridísimo tiki-taka, un atentado continuado al entretenimiento. ¡Jesús, qué cruz!    A partir de ahora    Fotre-li per envant. Al fin.