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Estas pasadas semanas han sido muy tristes para quienes amamos la música rock porque hemos sufrido dos pérdidas tremendas. En pocos días se nos han ido dos iconos    de los últimos sesenta años de esa música popular, una música que desde sus principios fue el acompañamiento vital de un cambio social que arrasó las costumbres de Occidente en los años sesenta. Esa música fue el auténtico sonido de la rebeldía y del inconformismo, un sonido que legó una descendencia todavía en activo en muchos casos.   

Inesperadamente se nos ha ido Jeff Beck (a los 78 años), el mejor y más innovador    guitarrista de los últimos sesenta años. Hank Marvin de Los Shadows fue otro innovador en su día    que popularizó la guitarra eléctrica melódica con sus canciones instrumentales pero no tuvo impronta social. La guitarra rock sí la tuvo cuando llegó a Inglaterra a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta de la mano de los grupos que admiraban el blues y el rock americano. Y entre los miembros de estos grupos destacó el guitarrista Jeff Beck. Con todos los demás músicos de su época (Eric Clapton, Jimmy Page, Keith Richards, Brian Jones, Pete Townshend,...) fueron los que forjaron la leyenda del rock británico, ese que marcó la evolución de la guitarra eléctrica (con permiso de Jimi Hendrix, claro, que no en vano se hizo famoso también en Inglaterra) nacida en Estados Unidos pero consagrada en Europa.

En su adolescencia y primera juventud Jeff Beck participó en varios grupos locales antes de entrar a formar parte de The Yardbirds, un grupo de Rhythm Blues que competía en los sesenta con los mismísimos Rolling Stones o los Animals (y del cual soy afortunado poseedor de más de 60 Cds, muchos de los cuales ‘heredé’ de mi amigo Bep Cardona ‘Silvano’). Beck entró en ese grupo para substituir a Eric Clapton que se había mudado con John Mayall porque le gustaba más el blues puro antes que el rock and roll. De esta época es famosa su aparición en la película ‘Blow up’ de Michelangelo Antonioni.

Pero Beck pronto se independizó y lideró sus propios grupos. A Beck nunca le importó ser número uno en los charts ni hacer música comercial sino que dedicó su vida musical a experimentar sonidos y a ser técnicamente perfecto. Con su guitarra creó ‘frases’ únicas y armonías imposibles que le han encumbrado, en opinión de toda la escena musical, a ser el guitarrista más innovador del rock. ‘Hay buenos guitarristas pero después está Jeff’ es frase común entre los músicos. El ‘vibrator’ y el ‘slide’ eran algunas de sus especialidades. Uno de sus discos fetiche es ‘Truth’ cuando The Jeff Beck Group. Ese disco pronosticó la llegada del heavy metal con un Rod Stewart en plenitud explosiva, y un grupo de acompañamiento brutal formado por Ronnie Wood al bajo y por Mickey Waller a la batería. Música auténtica con una fuerza irresistible.   

Beck ha sido músico de sesión en múltiples ocasiones (maravilloso su trabajo en ‘People get ready’ con Rod Stewart) y nos ha dejado una treintena de trabajos discográficos. Amigo de sus amigos participó como artista invitado en multitud de conciertos a los que se le invitaba constantemente. Muchos de ellos pueden verse en You Tube. Y entre estos una actuación en la Casa Blanca ante el mismísimo Obama y con Mick Jagger como cantante interpretando blues. Personalmente tuve la suerte de poderlo admirar en Los Jardines de Pedralbes hace pocos años en un concierto maravilloso.   

Pero no acabaron aquí las tristes noticias de estos días. También hemos sabido de la partida de David Crosby (a los 81 años), uno de los genuinos representantes del hipismo musical en los Estados Unidos. Con una dilatada carrera fue miembro fundador de The Byrds (1964) hasta formar parte, en opinión de muchos, del mejor grupo músico vocal de la historia del rock: Crosby, Stills and Nash a los que se unió más tarde un esplendoroso Neil Young. Esta unión de genios dió a luz a LP’s básicos en nuestra adolescencia y primera juventud: ‘Crosby, Stills & Nash’ y    ‘Déjà Vu’ (1968). Pocos han creado canciones tan maravillosas como ‘Teach your children’, ‘Our house’, ‘Suite Judy blue eyes’, ‘Helpless’, ‘Woodstock’... La voz de Crosby era pura armonía vocal que invitaba a las otras a sumarse a su coro.

Al parecer vivimos época de abandonos vitales. Lamentablemente ha comenzado ya el tiempo de las despedidas. La edad y el tiempo no perdonan pero ha valido la pena vivir el rock and roll. Descansen en paz estos dos maravillosos músicos, esos amigos.