Ya estamos en época de las castañas y así va a seguir bien entrado el invierno. Para mí la castaña, asarla y comerla, es como hacer un crucigrama o sudoku pero mental y gustativo al mismo tiempo, despierta las neuronas y esa moviola que llevamos dentro para trasladarnos a tiempos algo lejanos, a esos desplazamientos en busca de esa castañera para comprarle un cucurucho de papel de periódico conteniendo una docena de tostadas castañas. Las castañeras solían aparecer en temporadas fijas y frías, como las golondrinas y las flores anunciado la primavera. Eran mayormente mujeres ataviadas con gruesas ropas, gorros de lana y bufanda al cuello, dejando asomando las primeras falanges de los dedos a través de unos agujeros para poder palpar mejor el producto.
En pocas palabras
Castañas y castañazos
15/10/24 4:00
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