Vivimos en un mundo en el que cada vez resulta más fastidioso leer, analizar, buscar datos que dibujen la realidad. La explosión de las redes sociales, donde todo es rápido, facilito y edulcorado, ha provocado que millones de personas se informen exclusivamente en Twitter o Tik Tok. Entre los jóvenes, esta tendencia es masiva e imparable. Aquello de pasar la mañana del domingo devorando periódicos y la tarde en una sobremesa interminable de tertulia ha pasado a la historia. Nadie tiene tiempo. Ni ganas. Por eso la mayoría está poco y mal informada. Añadamos el fenómeno de los bulos y las fake news. Y aún no se ha desarrollado del todo la inteligencia artificial, porque cuando eso ocurra ya nadie sabrá qué es verdad. Prácticamente todo lo que veamos será falso. Sin llegar a esos extremos -que viviremos más pronto que tarde- hace años ya que la ciudadanía se deja llevar por sensaciones, prejuicios, querencias y eslóganes a la hora de conformar su opinión. Si le preguntas a cualquiera qué opina de Obama, te contará maravillas.
Obama
11/11/24 4:00
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