Las barreras continúan

No recuerdo haber visto en años la plataforma mecánica de acceso al edificio de servicios de la plaza Miranda de Maó en marcha. Supuestamente cuando se instaló hizo su función y luego, fue sumando averías hasta que ahora es más normal verla plegada, junto al pasamanos de los escalones de la entrada, que realmente ayudando a eliminar barreras arquitectónicas. Pero tampoco se presta mucha atención a este tipo de obstáculos cuando afectan a otros ¿no es cierto? Quienes empujan carritos de bebé o necesitan andar con muletas saben lo que es enfrentarse a aceras estrechas y deterioradas, también a escaleras, aunque hay impedimentos que son solo temporales y luego se olvidan. Ahora hay que imaginarse cómo es ese mismo obstáculo cuando tu condición es permanente, de por vida, y solo así, al ponernos en los zapatos o en la silla de ruedas de muchas personas, se puede entender la sorpresa mayúscula y el enfado ante las obras que se ejecutan en el inmueble que acoge los servicios de empleo y los sindicatos.

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En el edificio se realiza una remodelación importante, necesaria y de elevado presupuesto, que deja intacto el problema del acceso desde la calle; se instala un ascensor, pero para tomarlo habrá que estar ya en el interior, en la primera planta. Los problemas de accesibilidad continúan, se solventarán en el futuro con otra plataforma mecánica, distinto modelo y material para que no esté siempre averiada, pero mismo sistema. El proyecto lo ha diseñado y contratado un organismo estatal dependiente del Ministerio de Hacienda, y el propietario del edificio es el Ministerio de Trabajo.

Al parecer, tampoco los usuarios del inmueble conocían bien    los detalles de la obra hasta que se ha puesto en marcha. Si no se modifica, por unos condicionantes técnicos o de otro tipo que no han sido explicados, se perderá una magnífica oportunidad de eliminar de verdad las barreras en un edificio público.