Retransmisión televisiva
07/04/25 4:00
Por contenido y por forma, para mí, es la más significativa del siglo. Es para enmarcarla. La ocasión era única y el escenario, insuperable. Tuvo lugar en la época que el mundo se detuvo. Era 27 de marzo de 2020. Estábamos bajo confinamiento global. No podíamos salir de casa. Un hombre vestido de blanco, solo y serio, bajó a una plaza dramáticamente desértica y, de repente, la plaza de San Pedro se hizo mundo entero. Pareciera que la columnata de Bernini estaba deseando abrazar la humanidad herida. Al fondo, dos iconos de la Ciudad Eterna: una Virgen en pintura y un Crucificado en escultura, ambos salpicados por la llovizna. Era de noche.
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