Nekane Domblás
Nekane Domblás

Periodista especializada en política

Análisis de la semana en las Islas

Condenadas a entenderse

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O PP y Vox se sientan de una vez a negociar un nuevo acuerdo que dé estabilidad a la legislatura o Marga Prohens y Manuela Cañadas están condenadas a vivir la legislatura de la marmota, de choque en choque hasta el adelanto electoral final. No hay legislatura que resista el nivel de bloqueo al que por ahora somete Vox al PP con cero posibilidades de que Marga Prohens consiga acuerdo alguno por la izquierda. Esta imposibilidad de que la izquierda salve algunas de las propuestas de Prohens arroja a la presidenta irremediablemente a los brazos de Vox y, como el partido de Santiago Abascal lo sabe, su precio se dispara.

Ilustración: Zaca

El rechazo al decreto de vivienda por parte de Vox era una política tan suicida como la de su admirado Donald Trump con los aranceles, así que ya puede darse por hecho que el decreto saldrá adelante con una abstención en positivo para que se tramite como ley y Vox pueda meter lo que a él le interesa, que básicamente es Calvià y, en apariencia, unos terrenos muy concretos de un conocido empresario. Carlos Mazón tiene su pacto del Ventorro, como lo llama Pedro Sánchez, y Prohens tendrá el suyo del andamio. Saldrá adelante el decreto y se podrán construir unas 20.000 viviendas en Palma que ya no serán VPO sino viviendas a precio limitado, que, oh sorpresa, son más caras. A los promotores hace tiempo que las VPO no le salen a cuenta en Balears, con el precio del suelo y de los materiales disparados, así que la nueva modalidad de vivienda a precio tasado que se irá imponiendo en las Islas será la de precio limitado.

Con el decreto en el bolsillo, después tocará hablar de Presupuestos y es aquí donde Vox está decidido a apretar las tuercas al PP con nuevas exigencias en materia de lengua. Quieren al ejército ‘popular’ cautivo y desarmado, por usar la parafernalia bélica tan del gusto de Vox, así que no les bastará con la humillación pública que sufrió Carlos Mazón en materia de inmigración y pacto verde europeo; aquí quieren que Prohens cambie por completo la política lingüística, en una exigencia que choca con la representación que les dieron los ciudadanos en las pasadas elecciones. Vox quiere que el PP sea Vox. Quiere subvertir el resultado de las urnas poniendo a Prohens contra la espada y la pared. Volveremos a la fase de la marmota con ese nuevo choque de trenes hasta llegar a ese hipotético adelanto electoral que nos situará en otra legislatura de la marmota, con el PP dependiendo de nuevo de Vox y quién sabe si hasta dentro del Govern.