Tribuna
Triple
Pablo Iglesias lanzó el micro de Vito Quiles como si fuera un lanzamiento de tres puntos al borde de la bocina. Pero pongamos las cosas en perspectiva. Vito Quiles es un pobre diablo, toca narices, sin gracia, que usurpa la función de los auténticos profesionales aunque él mismo se catalogue como un abanderado de las causas justas. Nada más lejos de la realidad. Cualquier acto de violencia gratuita no debe ser enaltecido, pero no hablo del gesto de Iglesias sino de la violencia que ejerce Vito al micrófono cuando acosa a la gente. Porque de eso se trata: de acosar en plena calle y en soltar bulos a diestro y siniestro que cuentan con un amplio número de seguidores como antaño los tuvieron otros comediantes. Su modo de editar luego sus vídeos, recortando todo aquello que no interesa pero que ha sucedido, y dejándolos bajo mínimos para alabar sus proezas de interrogatorio de la gestapo, no evidencian más que una violencia solapada que sin dudas se trata del fascismo en su grado máximo.
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