Josep Bagur Torres
Josep Bagur Torres

Director del diario Menorca

Terra de Vent

Un único partido con sectores críticos

TW

A la Iglesia se le aplica la división de la política, entre progresistas y conservadores, izquierda y derecha, cuando no es así, ni la gran mayoría de los miembros de la curia se siente adscritos a una de estas definiciones. De hecho, todos son conservadores de lo esencial que ha despertado su fe, el seguimiento del mensaje de Jesús. Quizás sería más correcto hablar de reformistas y tradicionales, para debatir una cuestión esencial que se ha vivido durante el papado de Francisco, si hay que adaptarse a la sociedad actual o hay que mantenerse a la defensiva para no ir a la deriva.

Francisco ha sido un Papa reformista. Algunos critican que lo ha sido más de palabra que de obra, sin pensar que la palabra, en el seno la Iglesia, ya es acción. Quizás no ha ido más allá para evitar divisiones graves. Porque la Iglesia es única e indivisible y la autoridad del Papa incuestionable, pero los grupos críticos son numerosos.

Noticias relacionadas

Lo que creo que sí se produce es una enorme presión externa a la Iglesia para que miembros de la curia, cardenales y obispos, se alineen con intereses externos, con partidos políticos y movimientos ideológicos que nada tienen que ver con la fe o que incluso son contrarios a los valores del humanismo cristiano. Esta es la tentación.

El Papa ha sido una voz evangélica clara para la reforma de la Iglesia y para que la institución cumpla con su vocación de servicios a los más débiles. Su defensa de la necesidad de acoger a las personas inmigrantes, una posición que ningún partido político defiende con la misma claridad, su actitud amable con la diversidad, su posición firme en los casos de abusos sexuales, sus pasos medibles a favor de una mayor presencia de la mujer, no son artículos de un programa político, sino la expresión de su compromiso con la fe cristiana.

Lo que me impresiona hoy es un detalle, que el Jueves Santo, Francisco visitara una cárcel, donde otros años lavaba los pies a los presos. Yque no quisiera morir hasta haber dejado su último mensaje en el día de Pascua. Como testamento, basta.