Xerradetes de Trepucó

El edificio de Correos

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En ocasiones al hojear la prensa histórica de nuestra isla, leí el nombre de Matías Merino Garzón, años más tarde supe que había sido durante un largo período el administrador, como se llamaba por aquel entonces, al jefe de Correos.

Hojeando «La Voz de Menorca» recogí el dato de 1922 el administrador de Correos, Matias Merino Garzón, contactó con las autoridades y representantes de la prensa mostrándoles los planos del nuevo edificio que debía construirse. Por cierto, el sr. Merino tuvo que revestirse de una gran paciencia i molta! Nueve largos años aguardó poder asistir a la inauguración el 1º de Junio de 1931. Aquel suntuoso edificio estaba en la calle Bonaire esquina calle Iglesia. Fue el edificio de correos que todos hemos conocido, el famoso de los dos leones como buzones, hoy obsoleto. Mientras que Telégrafos hubo de esperar en el mismo lugar al 2 de enero de 1932.

Se sabe que en 1863, Correos se encontraba en la calle de Gràcia y Telégrafos en San Fernando, permaneciendo en aquel domicilio hasta 1932. Mientras que correos no corrió con la misma suerte fue cambiándose de domicilios, desde Isabel II, Comercio y san Roque.

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Fue en Madrid 1903 donde se aprobó lo que se conocería bajo el nombre de las llamadas «Casa de Correos». El año 1916 se aprobó la propuesta de Francisco Andreu Orfila para la construcción en un solar de 450 metros por 47.250 pts. La subasta de obras tuvo que esperar hasta 1921 a ser aceptada, siendo su arquitecto, Antonio Martínez Argüelles. El pueblo acogió con satisfacción el punto de la edificación.

Llegados al siglo XXI observamos el viejo edificio, mientras a sus transeúntes les cuesta tanto comprender cómo funciona el tema burocrático y a cuantos lo manejan, dado que era un punto céntrico para todos. Reemplazado por el nuevo edificio en el Polígono Industrial, lamentaríamos que le sucediera como a otros que fueron considerados edificios obsoletos y con el tiempo y el abandono, poco a poco se van deteriorando, digamos Virgen de Monte Toro, Sala Augusta, Isla del Rey -amparada por benefactores y el gran equipo de voluntarios dando admirable ejemplo bajo las órdenes de Luis Alejandre Sintes-, Hospital Militar de la carretera a San Clemente, Cuartel de Santiago, edificios de Isabel II en La Mola, y así podríamos continuar, algo que no es del agrado de los habitantes de la ciudad hermosa y galante.

Aclarar que no culpo a partido alguno en particular, cuantos han subido al ayuntamiento lamentablemente han mantenido el mismo fallo.