Dietario

La palabra más hermosa

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20-V-25 martes

La muerte del papa laico, el uruguayo José Mujica, sucesor directo de Nelson Mandela en el imaginario popular aconfesional, reanuda la cadena de hipérboles que nos asuela por tierra mar y aire y pone en un brete a los elogiadores profesionales que intentan dar una alternativa a los manidos «increíble», «icónico»… ¡¡histórico!! (no hay país tan cargado de eventos «históricos» como el nuestro). Pero no parece difícil hallar lisonjas en el caso de Mujica, un ejemplo de libro de lo que debería ser siempre el político: austero, eficiente, honesto, que así definía a la política«: »No es un pasatiempo, no es una profesión para vivir de ella, es una pasión para construir un futuro social mejor«. También era un lúcido filósofo: »Ser libre es gastar la mayor cantidad del tiempo de nuestra vida en aquello que nos gusta hacer«. »La única cosa que no se puede comprar en este mundo es la vida: la vida solo se gasta"...

Además, y como brillante colofón, Mujica demostró que se puede ser cristiano, en la más pura de sus acepciones, sin creer en Dios y con un pasado guerrillero. Toda una revolución filosófica.

21-V-25 miércoles

El espanto de Gaza nos pone ante el espejo como ciudadanía europea, la misma que se llena la boca de valores, pero se queda petrificada ante la cruel arrogancia israelí. ¿Hasta cuándo, hasta qué nivel de ignominia va a tolerar Occidente como convidado de piedra? Es cierto que Hamas inició las hostilidades de forma sanguinaria y despiadada y que buena parte de la sociedad comprendió cierto nivel de represalia, pero los israelíes han traspasado todos los límites y por decencia humanitaria la comunidad internacional debería actuar de oficio, aunque una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo, y mientras «el amigo americano» siga empeñado en convertir Gaza en un resort pocas opciones tendrá el mundo civilizado de poner coto a tanta ignominia...

26-V-25 lunes

No es lo mismo criticar a Israel por sus atrocidades en Gaza que ser antisemita. Tampoco es lo mismo ser «sanchista» que «No ser antisanchista», postura difícil de mantener dignamente en un ambiente de hostilidad política como jamás se había visto en nuestro país, o por lo menos uno no es capaz de recordar, salvo en tiempos del llamado «sindicato del crimen». Entonces, una coalición de periodistas formada por periodistas de alcurnia (la familia Anson, Pedro J. Ramírez y un largo etcétera de fuerzas vivas), que en tiempos tardo- felipistas llegaron a la conclusión de que para echar del poder a Felipe González no había otro camino que la guerra sucia mediática...

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Malos tiempos, aquellos y estos, para la ética, con una guerra de trincheras en la que vuelan los misiles y se recrudece la llamada polarización. Este país necesita una tregua, compasión para la ciudadanía. La situación político-económica de España no es un edén, pero tampoco un pestilente caos, y reconocerlo no es «sanchismo» sino mera objetividad.

27-V-25 martes

Hace unas semanas emitía en estas páginas un grito solidario con la Universidad norteamericana de Harvard, una de las más prestigiosas del mundo ante el incalificable acoso trumpista que le desprovee de fondos públicos y restringe la matriculación de extranjeros, su principal seña de identidad. «¡Resiste Harvard!» titulaba mi escrito entre signos de admiración, perplejo por la censura que quiere imponer Trump por el pretendido antisemitismo de los universitarios que desde todo el mundo acuden a Harvard y al resto de universidades norteamericanas, hasta ahora paradigmas de la libertad y espíritu abierto. El trumpismo no quiere sabiduría sino sumisión.

30-V-25 viernes

Dos días en una esplendorosa Palma de Mallorca, ciudad en la que, años ha, residimos. Esta vez acudimos para escuchar la palabra más bonita del mundo, según Woody Allen: ¡Es benigno! Y celebrarlo por todo lo alto.

31-V-25 sábado

Se terminaron las ligas y demás competiciones europeas y los futboleros irredentos nos disponemos a afrontar el mono de una larga ristra de fines de semana sin la dosis, máxime cuando la temporada ha sido tan divertida para los culés, con tres magníficos títulos en las alforjas y lo que es más goloso, con apabullantes victorias sobre el eterno rival. I más aún, con la aureola del gran fútbol practicado con una mayoría de chicos de la casa, lo que confiere al éxito una plusvalía de hazaña patriótica.