Amaya Michelena
Amaya Michelena

Jefa de sección (Domingo)

Oposición

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Estoy convencida de que los grandes medios de comunicación tienen en sus cajones secretos escándalos de corrupción de cada uno de los partidos y casi casi de cada uno de los políticos que mandan. De eso se encargan los amos de las alcantarillas. Y los mantienen cerrados mientras interesa estar a bien con este o con aquel, para sacarlos a la luz cuando el viento es favorable. De otro modo no me explico la que le está cayendo a Pedro Sánchez desde hace meses. Día sí y día también la prensa hostil al gobierno nos regala perlas con las que apuñalar su reputación, sin que realmente se presenten pruebas concluyentes.

Desde las alturas monclovitas aseguran que son bulos –todo lo que no les conviene lo son para ellos– que quedarán en papel mojado tras los procesos judiciales. Desde la oposición se desgañitan exigiendo la dimisión del presidente y la convocatoria urgente de elecciones. Seguramente a rebufo de las últimas encuestas, que dan un respiro al Partido Popular pero, sobre todo, oxigenan a Vox. De los sondeos electorales sabemos que uno puede fiarse muy poco, así que yo le recomendaría a Alberto Núñez Feijóo que se lo tome con calma y que respete un poquito más a la ciudadanía, donde quizá pueda pescar algunos votos. Que se deje de exigir comicios y nos proponga soluciones a los problemas del país, que son numerosísimos y algunos, muy graves. Liderar la oposición no debería consistir en poner palos en las ruedas del contrincante, en paralizar la acción legislativa y en hincharse las venas de tanto lanzar insultos y acusaciones. Lo mismo para Vox, que expliquen sus programas, que intenten seducirnos. Porque así, a gritos y bravuconadas, no creo que consigan fidelizar al electorado.