Torres Blasco
Torres Blasco

Periodista especializado en política

Gabriel Le Senne y un viaje al verano de 2024

Ilustración: Zaca

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Efectivamente. La ilustración de Zaca para esta crónica cumplirá un año en los próximos días. Pero sigue siendo válida,    sin necesidad de introducir ningún cambio, para definir lo que está pasando ahora: el de un presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, que se irá en unas semanas de vacaciones acariciando su honorable silla. Todo se repite. Del mismo modo que los consellers y las conselleras que han comparecido entre el martes y el jueves de esta primera semana de junio en el Parlament  para dar cuenta de los Presupuestos de 2025, han dicho lo mismo que hace unos meses, que en noviembre de 2024. Porque los Presupuestos son los mismos. Habrá, eso sí, una ligerísima variable casi imperceptible cuando se recojan las  enmiendas de Vox. Este momento es muy similar,    parecen fotocopias, a otros que ya se vieron en 2024, concretamente en los meses de    noviembre y de junio. 2024. En aquel junio, como en el de ahora,    Le Senne, fue el protagonista y, también, por las mismas razones que ahora. En junio de 2024 el PP y Vox estaban decididos a derogar la ley autonómica de memoria democrática. El 18 de junio, en un pleno que ha pasado a la historia, Gabriel Le Senne «perdió los papeles» (así lo han admitido incluso los populares), rompió unas fotografías de Aurora Picornell y las hermanas Pascual , las Roges del Molinar, y echó a las dos representantes del PSIB en la Mesa durante el pleno de la derogación. Aquel junio, como este, la izquierda activó fórmulas para    que el presidente de la Cámara dejara su puesto.    Y se activó, además, el mecanismo judicial para lograrlo. ¿Caerá Le Senne?, era la pregunta. Y parecía que sí, sobre todo cuando poco después –y volverá a cumplirse un año en nada– Santiago Abascal ordenó la salida de los representantes de Vox en los gobiernos autonómicos en los que participaba. No así de los ayuntamientos ni, en el caso de Mallorca, de su Consell Insular.

A la vuelta del verano el Govern presentó los Presupuestos, Vox aprobó el techo de gasto y se opuso a las enmiendas de devolución que planteó la izquierda. Todo ello con el supuesto de que el Govern aceptaría enmiendas parciales de Vox. Pero todo se complicó y las cuentas se retiraron. Parecía el final de la relación, y de la presidencia de Le Senne, y hasta el PP dio marcha atrás en la derogación de la ley de memoria democrática. El Govern empezó el año con las cuentas prorrogadas y el apoyo de Vox a una propuesta del PSIB que hacía imposible aplicar el techo de gasto hizo que aceptará propuestas de Vox. Y entonces, eso es ahora, la Audiencia decidió que Le Senne fuera a juicio. Pendiente de él, sigue presidiendo el Parlament.