El caixer senyor de este bienio, Carlos de Salort Pons, habló claro y alto, en la revista Sant Joan 2025, editada por «Es Diari MENORCA», sobre la cuestión nuclear de las fiestas de Ciutadella. La masificación.
Los espacios urbanos de la ciudad levítica y señorial, transformados en escenarios vivos que acogen los grandes actos santjoaners -es Caragol des Born, còrrer sa Plaça, es Jocs i ses Corregudes des Pla- se han mantenido invariables durante siglos. Pero la afluencia de visitantes ha aumentado de manera exponencial, cada vez más rápidamente. Ciutadella está desbordada por las miles de personas que acuden atraídas por el fulgor y el espectáculo único de los centauros.
Esta congestión desnaturaliza el sentido de la fiesta -el Caragol de ses Voltes ya ha perdido la primitiva esencia de còrrer sa Plaça- e incluso abre dudas sobre su futuro y su presente, tal como lo conocemos hoy. Admitámoslo, Sant Joan de Ciutadella se muere de éxito. Perdemos historia, tradición, emoción y vivencias al sentirnos agobiados, hacinados, indefensos. Nos están echando quienes desconocen el significado de este gran signo de identidad y justo orgullo de Ciutadella.
El hijo de Carlos de Salort Sintes y Mónica Pons Morales, hijo de los condes de Torre Saura, pide valorar las distintas medidas para afrontar y solucionar la insoportable e intolerable masificación de Sant Joan. El caixer senyor, con la experiencia adquirida durante el primer año de su bienio, propone cobrar una tasa a los visitantes, como ya hacen otras ciudades, es el caso de Venecia, o donde se celebran fiestas populares, como la Tomatina de Bunyol.
Es dia ja ha arribat! Reducir el exceso de personas que llegan a Ciutadella por tierra, mar y aire con motivo de Sant Joan es la prioridad para salvaguardar la fiesta. Hay que aplicar decisiones valientes, tasa incluida. En caso contrario, será demasiado tarde y nos arrepentiremos.