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Que el cazaminas francés «Capricorne», de 52 metros de eslora, haya pasado el fin de semana amarrado en el puerto de Maó, donde llegó a media mañana del sábado, coincidiendo con el primer crucero de la temporada. El buque de la armada gala tiene previsto zarpar de nuevo hoy, para que su medio centenar de tripulantes continúen con su misión.

Que el Ayuntamiento de Maó haya iniciado una campaña de recogida de propuestas para dotar de mayor sombra a los parques infantiles, algo que muchos usuarios van a agradecer. Que el concejal de Policía Local y Seguridad de Ciutadella, Oriol Baradad, no quiera hacer declaraciones sobre la falta de director de seguridad para las fiestas de Sant Joan, denunciada por CCOO. Que un solar de la calle Vives Llull de Maó se venda con un cartel que informa de que ya dispone de los proyectos básicos para levantar un considerable hotel o varias viviendas.