user Jesús el bueno | Hace más de 2 años

Doctores y doctoras castellanos y castellanas no cuesta tanto esforzarse un poquito que tampoco es tan malo de entender, lo que ocurre es que no hay ganas ni interés...

user La | Hace más de 2 años

Deberían sancionar, expedientar, y expulsar a todos los médicos que no sepan hablar catalán. Así los usuarios serán atendidos por veterinarios que son todos menorquines catalano parlantes.

user MENORQUIN,1 | Hace más de 2 años

La sola amenaza de imponer el catalan, ya es un delito por lo que, deberían ser sancionados todos los que promueven ilegalmente algo, sea lo que sea, incluso el delito de odio que tanto gusta practicar a los catalanista e izquierdosos

xec xec | Hace más de 2 años

de acuerdo con alexia . ,nadie se niega atender a los usuarios ,faltaria ,as , pero hay que tener en cuenta de que hay variables en que el medico no sabe expresarse totalmente en catalan aunque lo entienda , esto no es sancionable , no sean tan talibanes ni tanto odio a los que no entendemos que quieran cambiar el menorquin por el catalan.

user cristina | Hace más de 2 años

A veure si mus anam asebentant de que Menorca xerram es menorquí no català...jo com menorquina que som estic farta de s’ imposició des català, és més, tenc amics catalans que moltes vegades no m’entenen i ho he de traduir....a Menorca sempre han fomenta altres llengus tret de sa nostra....

user Alexia | Hace más de 2 años

Esta gravísima problemática viene de aquellos malhadados tiempos cuando incomprensiblemente se permitió a partidos integristas fanatizados, imponer que los funcionarios españoles que quieren venir a vivir y trabajar en este archipiélago, tengan que saber FORZOSAMENTE el dichoso catalán. Miren, vivimos en un país llamado España, que tiene un precioso IDIOMA COMÚN INTERNACIONAL que además es la lengua materna de unos 700 millones de personas de todo el mundo. Es imprescindible en este país volver a poner las cosas en su justo lugar y derogar de una vez todas estas legislaciones totalitarias, a nivel nacional y autonómico, que imponen a las personas la obligación de saber lenguas autóctonas minoritarias como requisito indispensable para poder ejercer sus profesiones en determinadas regiones españolas. Esto debería ser inconstitucional. Todo esto es un despropósito demencial, digno de mentalidades nazis. ¡¡¡Basta ya de imposiciones!!! Pensad todos muy bien lo que votais la próxima vez.

user miquel ferru | Hace más de 2 años

los intransigentes "catalanísticos" también son inransigentes con quienes utilizan las modalidades insulares y les quieren manipular su conocimiento en la escuela dando puntuaciones en mas o menos . Y todo porque un neurótico hace cien años quiso unificar las modalidades del occitano-catalán, balear, valenciano para unificar su resentimiento contra España. Y ahora quieren esclavizar a los profesionales sanitarias y hasta a los seguratas para que les teman y les exigen su esclavización lingüistica. La libertat individual también está en los idiomas. Me recuerda la serie de Kunta-Kinte: los esclavistas . le pegaban por decir que su nombre era otro. Neurótico es quien padece neurosis que es trastorno cuantitativo que influye en la conducta del individuo.

user Inyaki | Hace más de 2 años

Cromapons, ara ho etsdit, menorquí, no català. I si ets educat i es pacient xerra un altra idioma i tu el saps, contestes amb es mateix idioma. Ja sigui Castellà, Menorquí, Català, Anglès etc. Aquí acaba es problema que crean es politics de turno.

user Lina | Hace más de 2 años

Si un pacient va al metge i crea polèmica per que es metge no ralla es català o menorquí, aquest pacient NO ESTÀ PROU MALAMENT, quan no estàs bé i vas a n'es metge lo que vols és que t'atengui i escolti el que té pasa i et doni solucions és igual si t'ho diu en castellà, menorquí o català. Per jo és més important que sigui un bon professional abans que me ralli en menorquí o català.

user Zaskaman | Hace más de 2 años

@Francesc Xavier. No hay ningún odio hacia el catalán, gallego o euskera, pero si hay odio hacia quienes no lo hablan por parte de una parte de la población que se creen reprimida y que actúan como represores en la versión autonómica de dictadura intolerante