Fotografía de archivo del 13 de febrero de 2001 en donde aparecen la cantante Jennifer López y Marc Anthony. | Reuters

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A finales de la semana pasada, esta pareja de artistas latinos ponía fin a siete años de matrimonio en lo que parecía ser una ruptura acordada de forma amistosa. Sin embargo, hace ya más de medio año que las malas lenguas de Hollywood venían disparando los rumores que apuntaban a una crisis que, según los más pesimistas, podría desembocar incluso en divorcio.

A partir de entonces se ha ido construyendo todo un relato de dimes y diretes sobre lo que un buen día nació como una verdadera historia de amor. Jennifer Lopez y Marc Anthony se casaron en secreto en junio de 2004 en una ceremonia celebrada en casa de la diva de Beverly Hills.

Durante los siete años que duró su matrimonio, J.Lo y Marc han sido padres de dos hermosos gemelos, Max y Emme, que ahora ya tienen 3 años. Todo parecía de lo más idílico hasta que, a finales del mes de enero, varios amigos cercanos a la pareja empezaron a comentar que la manía de Anthony de no permanecer en un mismo sitio durante mucho tiempo podría ser el detonante que terminara con la relación entre el cantante y la belleza latina.

Más aún, la crisis de la pareja podría haberse visto agravada por una hipotética deuda que Anthony habría contraído con el Estado de Nueva York y que alcanzaría la friolera de los dos millones y medio de euros. Una cifra capaz de hacer temblar cualquier matrimonio.

No obstante, por aquel entonces la pareja no confirmó ni desmintió los rumores, hasta que el pasado viernes enviaron un comunicado a los medios: «Hemos decidido terminar nuestro matrimonio. Ha sido una decisión muy difícil. Es un momento muy duro para todos los que nos vemos afectados por la situación. Apreciamos el respeto a nuestra privacidad en estos momentos».

¿Terceras personas a la vista?

A pesar de las habladurías que venían cobrando más fuerza cada día, la separación entre el matrimonio Anthony-Lopez ha pillado a más de uno por sorpresa y ahora, los rumores sobre posibles infidelidades no se han hecho esperar.

Por un lado, tenemos a un irresistible modelo cubano, William Levy, compañero de J.Lo en el videoclip 'I'm Into You' en el que la química entre ambos traspasa la pantalla y se convierte en algo palpable, mientras ellos ajenos a todas las miradas, se revuelcan por la arena de la playa y manosean cada centímetro de sus cálidos cuerpos.

Aún así, William ha querido dejar claro que entre él y Jennifer no hay nada de nada y por eso ha enviado un comunicado asegurando que «los rumores que sugieren algo más íntimo son 100% falsos y erróneos. Mis mejores deseos van para ellos y sus familias».

Pero no solo la diva del pop iba a ser acusada de pegársela a su marido, él también tiene su parte de culpa. Al parecer, supuestamente Marc tuvo una relación con una azafata de vuelo hace ya dos años.

«La ruptura podría haber llegado mucho antes. Jennifer le iba a dejar, pero Marc le suplicó que le dejara quedarse. Acudieron a un consejero matrimonial y ella decidió darle una nueva oportunidad. Es alguien a quien quería de verdad», aseguran fuentes cercanas al ex matrimonio.

Además, la personalidad controladora y posesiva del puertorriqueño, su gasto irresponsable, sus sucesivas deudas y hasta esta supuesta infidelidad, han sido motivos más que suficientes para que Jennifer López tomara la decisión de cortar por lo sano.

Los amigos de la pareja ya no albergan ninguna esperanza sobre una posible reconciliación. De hecho, aseguran que tanto J.Lo como Marc ni se hablan, salvo por cuestiones relacionadas con sus hijos. Además, Anthony confesó durante un concierto en Bogotá, el fin de semana pasado, que ya era un hombre soltero y su mujer aprovechó una ocasión parecida para expresar su felicidad, a pesar de todo lo sucedido.

El divorcio es inminente y ahora, Marc Anthony y Jennifer López tendrán que reservar sus fuerzas para enfrentarse en los juzgados por conseguir los bienes conjuntos y la custodia de sus dos pequeños.