El príncipe Felipe, patrón de la embarcación "Aifos", acompañado de la viuda del almirante Sánchez-Barcaíztegui durante el homenaje. | Montserrat T. Diez

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En lo deportivo, la competición en alta mar de la 31 Copa Audi Mapfre ha estado a una gran altura, con regatistas de mucho nivel. En lo social, la ausencia de los Reyes de España y de las Infantas, ha sido notable. Así como la escasez de rostros famosos en el Real Club Náutico. La presencia del príncipe Felipe, resumida en una tarde en la cafetería del Náutico con amigos y un día en alta mar, ayer última jornada, a bordo del Aifos, ha sido lo más destacable.

Ayer sábado, antes de comenzar la jornada, don Felipe de Borbón presidió los actos de homenaje que la Copa del Rey Audi Mapfre rindió al almirante Marcial Sánchez Barcáiztegui, recientemente fallecido. En la puerta principal del Real Club Náutico se guardó un minuto de silencio. Al presidente del Náutico, Javier Sanz, y la hija de Barcáiztegui, Patricia Sánchez, se unieron, en el emotivo homenaje regatistas, amigos y compañeros de la Comisión Naval de Regatas, así como otros marineros que le recuerdan con cariño.

Posteriormente todos se hicieron a la mar, para una ofrenda floral. El príncipe Felipe y Patricia Sánchez, a bordo del Aifos, lanzaron un ramo de flores a dos millas de la bahía. Sentido y emotivo momento, donde pudimos ver a toda la gente del mar despidiéndose del padre de la Comisión Naval de la Armada.

Por la tarde, la llegada de las embarcaciones se resumió en un par de saltos de algunos tripulantes del Audi All 4 One que celebraban su victoria y cómo el príncipe Felipe atendía a las curiosidades de una pequeña.

En definitiva, una Copa del Rey muy diferente, entre pantalanes.