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El espacio de la Zona Base del Casal Solleric fue el reino del artista Guillermo Mora la tarde en la que inauguró la exposición Nunca casi nunca a veces siempre , una muestra fluorescente, comisariada por Fernando Gómez de la Cuesta,  a través de la cual el artista busca provocar la duda del visitante sobre lo que es la realidad, el espacio y el tiempo. Por otra parte, el objetivo de la cámara de Elger Esser,  romántico viajero del siglo XXI, atrapó la masa acuática esa tarde con Nimfees i Ondines, para mostrar un políptico con 10.000 minúsculas fotografías que conforman una muestra comisariada por Carlos Jover, en la Planta Noble del Casal.