Maria Elena, una joven que destaca por ser muy buena estudiante y excelente amiga, a la que le gusta mucho pintar, cantar y cocinar, lucía un espectacular vestido largo verde. Fue recibida entre aplausos por todos los invitados antes de protagonizar el momento más emotivo: sentada en una silla engalanada, se quitó las sandalias planas que llevaba para que su padre, Pep Perelló, le pusiera unas sandalias de tacón, un ritual que está muy arraigado en Colombia, país del que procede su madre, Doris Baldrich.
Fue ella quien le colocó después unos pendientes y una tiara a juego, y su hermano le entregó un ramo de flores. Antes de comenzar la cena, padre e hija bailaron un vals, y la noche se prolongó luego con un animado baile con música de Dj.
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