La reina Sofía recibió la atención de numerosos cofrades. | Julián Aguirre

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Si este Viernes Santo hubo en Palma una seguidora de las tradiciones de la Semana Santa que no pasó desapercibida fue la reina Sofía, quien no se quiso perder la procesión del Sant Enterrament que partió desde la plaza Sant Francesc de Ciutat.

Muchos fueron los cofrades que se acercaron hasta la Reina para ofrecerle confites, estampitas y cruces, aunque entre otros se acercó Bernardo Riera, miembro de la Junta directiva de la Real Cofradía de penitentes de la Virgen Dolorosa, quien le hizo entrega de una estampa editada para este año con los Siete Dolores de María Santísima y una oración dedicada a la Misma.

La expectación que causó la presencia de la reina Sofía hizo que muchos sacaran sus teléfonos móviles e inmortalizaran el momento.