Alberto de Mónaco y Charlène junto a sus hijos.

TW
0

El Día Nacional de Mónaco se volvió a convertir, un año más y como cada 19 de noviembre, en la festividad con más glamour del año. Esta vez, no hubo ocasión para tanta celebración. El pequeño Principado se solidarizó con sus hermanos franceses y canceló los fuegos artificiales y la actuación de Olivier de Benoist, ambas programadas para ayer por la tarde.

Este año, los protagonistas fueron los príncipes Jacques y Gabriela, quienes a pesar de no tener ni un año de vida, -lo cumplirán el próximo 10 de diciembre-, disfrutaron de la fiesta mostrándose y saludando en brazos de sus padres, Alberto de Mónaco y Charlène. Los príncipes herederos fueros vestidos con dos conjuntos de color gris, que combinaba con el vestido de color berenjena de su madre. Alberto, con su traje de gala, fue condecorando a los carabineros en el patio del Palacio del Príncipe.

Los príncipes no fueron los únicos protagonistas de la fiesta. Se esperaba que Carlota Casiraghi apareciese con su nuevo novio, el director de cine italiano Lamberto Sanfelice, sin embargo, acudió sola. Fue la primera aparición en público de la joven tras su ruptura con el actor francés Gad Elmalhe, el padre de su hijo. La amazona ha destacado con un abrigo de color rosa.

También ha destacado la princesa Carolina, fiel a Channel, con un abrigo de tweed gris y unos guantes blancos.

Quienes no aparecieron en la fiesta nacional fueron Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, sin duda las grandes ausencias de este año.

La misa tradicional estuvo marcada por los atentados del pasado viernes en París. No comenzó con el habitual Te Deum,  si no con un minuto de silencio en nombre de las víctimas. El discurso del arzobispo, estuvo muy ligado a las víctimas y también pidió fuerza al soberano para gobernar a su país.