Linda Evangelista en la portada de la revista 'People'.

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Linda Evangelista ha protagonizado este miércoles la portada de una conocida revista tras cinco años desaparecida de la vida pública. La supermodelo confesó en el mes de septiembre a través de sus redes sociales que había decidido alejarse de los focos tras someterse a un tratamiento para reducir la grasa corporal que le provocó un efecto adverso muy poco común. Tal y como detalló se sometió al Cool Sculpting, una alternativa a la liposucción que le deformó el físico y le provocó graves secuelas emocionales.

Casi medio año después de esta revelación, ha decidido explicar en People la «pesadilla» que vive desde entonces. «Me encantaba estar en la pasarela. Ahora temo encontrarme con alguien que conozco. No puedo vivir más así, escondiéndome y avergonzada. Simplemente no podía vivir con este dolor más tiempo. Estoy dispuesta a hablar, finalmente», ha dicho tajante. En la publicación se puede ver a la modelo con gesto serio luciendo jerséis y en una de las imágenes interiores muestra el área lateral de su torso con una camiseta de tirantes para que se aprecie el efecto de su dolencia, llamada hiperplasia adiposa paradójica (HAP).

En People señala que en el año 2016, unos meses después de hacerse el tratamiento, empezó a observar protuberancias que se endurecían y perdían sensibilidad en las partes del cuerpo que había intentado reducir entre las que se encuentran la barbilla, los muslos y el área del pecho. El médico finalmente le diagnosticó un efecto adverso que afecta menos del 1 % de los pacientes de Cool Sculpting y no tiene cura: «Yo dije: ¿Qué diablos es eso? Y me dijo que ninguna cantidad de dieta, ninguna cantidad de ejercicio, iba a arreglarlo nunca».

El mencionado tratamiento utiliza una tecnología de congelación de grasas para matar las células de grasa no deseadas sin necesidad de anestesia ni incisiones. Linda ya ha tomado medida legales contra la empresa que le realizó el tratamiento y ahora cuestiona «la necesidad» de modificar los cuerpos: «Siempre supe que iba a envejecer. Y sé que hay cosas por las que atraviesa un cuerpo, pero nunca pensé que me vería así». Tras su dramática experiencia, Evangelista espera que con su testimonio al menos pueda «ayudar a otra gente en la misma situación».