Los duques de Sussex junto a su hijo Archie y el arzobispo Desmond Tutu.

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Tras su desvinculación de la familia real británica en febrero de 2021, los duques de Sussex, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle emprendieron diferentes proyectos personales y profesionales que comienzan a salir a la luz. Entre ellos se encuentra el recién estrenado Archetypes, un podcast centrado en el universo femenino; en su primer episodio, Meghan Markle conversa con su buena amiga, la tenista Serena Williams, sobre qué es la ambición y, además, cuenta uno de los peores episodios de su vida, donde su hijo Archie podría haber perdido perecido.

Los hechos ocurrieron en 2019 cuando, todavía como miembros de primer nivel de la monarquía inglesa, Harry y Meghan emprendieron un viaje oficial por todo el continente africano. Al viaje les acompañó Archie, que solo tenía cuatro meses y medio. Para acudir a su primer compromiso, los duques dejaron al bebé bajo los cuidados de la niñera Lauren. Cuando salieron del acto inaugural, recibieron la terrible noticia: «Ha habido un incendio en la habitación del bebé», recordó Meghan.

«Nuestra increíble niñera Lauren lloraba a mares. Se suponía que iba a acostar a Archie para que durmiera la siesta, pero se fue a buscar un refrigerio al piso de abajo», contó Meghan. Por suerte, Lauren se llevó al bebé con ella, por lo que no estuvo en la habitación cuando se originó el fuego, provocado por el calentador del cuatro del niño. «No había detector de incendios, alguien olió el humo por el pasillo, así que entraron y pudieron extinguirlo. Estaba destinado a estar durmiendo allí», prosiguió la duquesa. Aunque Meghan, Harry y Archie cambiaron de alojamiento durante el tour, la que fuera protagonista de Suits se quedó conmocionada después de la desgracia que podía haber ocurrido.