Belén Perea y Felipe Juan Froilán de Marichalar en dos imágenes de archivo. | Archivo

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La mallorquina Belén Perea ha querido defender este miércoles a Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón en El programa de Ana Rosa. La joven, que también fue desalojada junto a su amigo de un after de Madrid, ha explicado a la reportera Leticia Requejo que se está dando una imagen equivocada del hijo de Doña Elena. «Me insiste que tanto Belén como el resto de amigos están hartos de que se dé una imagen de Froilán equivocada. Él no llevaba sustancias ni armas», ha indicado la periodista.

«Ella y sus amigos están hartos de que a Froilán se le ponga una imagen o etiqueta que nada tiene que ver con él, me hace ver que es como el blanco fácil para la prensa», ha asegurado Perera en el programa de las mañanas. Además, ha aclarado que no fueron a comisaría: «Me insiste en que a Froilán, Belén y al resto de amigos no les detuvieron». La actitud de la mallorquina ha sorprendido a la periodista de Telecinco, tal y como ella misma ha afirmado en directo: «Me impactó cómo saca la cara ella y todos sus amigos por Froilán, ella es de las pocas personas que ha querido hablar».

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El pasado domingo agentes de la Policía Municipal de Madrid desalojaron un establecimiento con licencia para sauna que operaba como sala de fiestas en el distrito de Tetuán. Aunque el aforo era de 99 personas, se congregaron un total de 229 , entre ellas el nieto del rey Juan Carlos I. Agentes de paisano se personaron en el local, ubicado en el número 64 de la calle Orense, tras la llamada de vecinos que se quejaban del ruido y el continuo trasiego de personas a altas horas de la madrugada.

Tras entrevistarse con el titular del establecimiento, los policías procedieron a la inspección de la sala, la cual tenía licencia para actividades de sauna y relajación con barra. Una vez en su interior, comprobaron que en esos momentos el local operaba como sala de fiesta y discoteca, con varios compartimentos reservados. Asimismo, se procedió al cacheo de varios clientes que mostraban una actitud nerviosa y trataban de huir del lugar, y se comprobó que algunos de ellos portaban sustancias estupefacientes. Uno, incluso, llevaba un cuchillo. La barra del establecimiento contaba con su propio DJ y en ella se vendían también bebidas alcohólicas, según el relato de los agentes.