Tom Holland este martes en 'El Hormiguero'. | Antena 3

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Tom Holland se ha convertido en uno de los actores más famosos del mundo gracias a su trabajo en películas como Spiderman. El artista, que se encontraba en Madrid promocionando Uncharted, aprovechó su visita a España para acudir a El Hormiguero 3.0 y sincerarse con Pablo Motos. Una entrevista en la que el joven explicó distintas curiosidades como su proceso de preparación para su nuevo film, basado en la exitosa saga de videojuegos: «Tuve que aprender a caerme de cara, en casi todas las escenas me pasaba y me chocaba contra el suelo, una caja...», aseguró.

Precisamente en esta película, que se estrenará el 11 de febrero, Holland ha coincidido con Antonio Banderas: «Estaba emocionado de trabajar con él y hablé con el director para hacer, por lo menos, una escena juntos», explicó. El actor, como no podía ser de otra forma, también habló de su papel como hombre araña y las dificultades que tiene a la hora de ponerse el traje: «Tardo entre 30 o 40 minutos en quitarme el traje de Spiderman, a ver si le ponen una cremallera en la próxima película para quitármelo más rápido. Es complicado ir al baño», bromeó.

Uno de los momentos que más inesperados de la noche fue cuando Marcelo, jugador del Real Madrid, sorprendió al actor. El deportista se encontraba entre el público y en un momento dado se levantó para saludar al Tom. Pero Marcelo no es el único fan del intérprete, lo cierto es que su popularidad no ha hecho más que aumentar en los últimos años y la noche de este martes muchos los comentarios en redes sociales que alababan al joven. Es más, los usuarios incluso se llegaron a quejar del doblaje de El Hormiguero, ya que querían escuchar la voz de Holland.

Holland se ha convertido en una apuesta segura, tal y como reflejan los datos: este martes el joven consiguió que El Hormiguero anotase un 17,7 de share con más de 2,8 millones de espectadores. Además de por su trabajo, su relación con la también actriz Zendaya ha creado un gran fenómeno fan que traspasa fronteras. Esta misma semana ha trascendido que la pareja se habría comprado una casa con seis habitaciones en Londres, que estaría valorada en unos 4.1 millones de dólares.