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Tras muchas idas y venidas y una guerra abierta en el seno del Consejo de Administración de RTVE, La revuelta se estrena por fin este lunes en La 1. El que fuera el programa La Resistencia cuando estaba en Movistar+ tiene un tono de humor sin tapujos, gamberro, cuyo encaje en La 1 está aún por ver.

Sobre esto habló en el FesTVal de Vitoria-Gasteiz uno de los colaboradores estrella del programa de entrevistas, Jorge Ponce, que en paralelo presentaba Medina: El estafador de famosos, un documental sobre un timador que lleva 20 años sacando dinero a personajes conocidos con una falsa historia.

Los primeros 15 minutos de emisión de La Revuelta serán en horario protegido, por lo que han de poner especial cuidado en los chistes, bromas y temas que se abordan con los invitados, algo que no preocupa a Ponce.

"Quien haya seguido mucho el programa estos años se da cuenta de que las cosas que quizás no pueden ir antes de las diez, son cuatro pinceladas que tienen que ver algunas veces con el lenguaje, con utilizar palabras más explícitas sobre sexo, y temas así", aseguraba Jorge Ponce.

"Este año va a ser la fiesta del eufemismo. Me parece una cosa estimulante que demos ese paso, pero que de verdad quien haya visto el programa ve que somos mucho más adolescentes, en plan humor tonto, humor puro de diversión, más que trasgresores", aseguraba sobre el tono del programa, donde en su etapa en Movistar+ se bromeaba sobre drogas, sexo y cualquier otro tema con tintes de humor negro.

El colaborador también se pronunció sobre el polémico fichaje por el que La Revuelta llegó a La 1 y que se convirtió en una lucha política entre izquierda y derecha dentro del Consejo del ente público, algo sobre lo que Ponce, el director Ricardo Castella, el presentador David Broncano y el resto del equipo quisieron mantenerse ajenos.

"No hemos hablado públicamente, pero sí entre nosotros y no entendemos por qué con un programa de entretenimiento como es el nuestro, se ha tratado como si fuera una razón de estado", confesaba.

Si hubiera sido otro programa de otro tipo habría sido lo mismo, el dinero se gasta en un programa. Si no lo gastaran en ese programa lo gastarían en otro y no puede ir a hospitales porque así funcionan los Presupuestos Generales del Estado", opinaba sobre los 14 millones de euros por temporada que costará el programa, con un mínimo de dos temporadas.

"Se ve que ahí había unos líos y de nuevo se utilizó nuestro programa para que pasaran unas cosas que creo que habrían pasado también por otras", exponía, sobre el cese de la presidenta interina de RTVE, Elena Sánchez y el despido del que fue director de Programación, José Pablo López.

"No es un programa especialmente político el nuestro, aunque obviamente nuestras opiniones, mis opiniones, han salido mil veces en el programa y así me gusta y así lo voy a hacer", sentenciaba sobre si modificarán su forma de expresarse en La Revuelta.