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Recientemente ha sido publicado un artículo en el Diari MENORCA, y en relación a lo mismo, se ha emitido una noticia en IB3 sobre los problemas que existen entre los propietarios de la comunidad de propietarios Sa Fua y La Boyera, explotadora del restaurante Thai.

Dado lo manifestado por la comunidad, he decidido dar mi versión de los hechos en una única carta.

Los problemas existentes con la comunidad vienen de hace ya tiempo, pero desde el año 2022, estos se han incrementado notablemente. Las dos principales razones son:

1.- La com. de propietarios pretende, desde el año 2022 (y así se comunicó por parte de su Administrador, por escrito) que La Boyera venda a la comunidad 25 plazas de parking, de 15 metros cuadrados, por el precio de 400€, a lo cual La Boyera se negó en rotundo, con el consiguiente malestar de los vecinos. A nadie se le pude obligar a vender parte de su propiedad y menos aún intentar imponer un precio bajo amenazas. Se está intentando vender la idea que La Boyera impide a los vecinos que aparquen, pero la realidad es que La Boyera dispone de varias plazas de parking para clientes, de su propiedad y los vecinos las ocupan constantemente, con el perjuicio que ello conlleva. La realidad es que si alguien impide la pacífica utilización de un parking privado, son precisamente los vecinos. Lo que no puede entenderse es que se ocupen plazas privadas de parking ajenas aludiendo a un supuesto «derecho a aparcar». ¿Alguien entendería que un vecino de su bloque de pisos le ocupe su plaza de parking y alegue que es su derecho aparcar allí, cuando no es de su propiedad?

2.- La «amenaza» de corte de agua del pozo del cual reciben suministro y que es propiedad de La Boyera, consistió ni más ni menos en avisar por escrito a los vecinos de Sa Fua, de que en caso de persistir en el impago de sus consumos de agua, se contactaría con el Ayuntamiento y el ATIB, para ver cuáles eran los trámites a seguir para poder cortar el suministro a los vecinos morosos. Los vecinos, a modo de presión, iniciaron una campaña de impago de sus consumos de agua, sabiendo que La Boyera debe asumir el pago del total caudal que sale del pozo para después repercutir el consumo de cada apartamento y de la comunidad y su intención era utilizar el impago masivo por parte de los residentes para forzar a cambiar las condiciones de los contratos que voluntariamente firmaron las partes y que ahora pretenden cambiar unilateralmente, intentando imponer sus condiciones. Ya se les comunicó que era su derecho desistir del contrato si no querían cumplir los pactos que ellos mismos propusieron y que se han venido cumpliendo hasta ahora.

Por otro lado, además de insultos y amenazas varios, han existido agresiones físicas hacia mi persona, que desde luego he denunciado y parece que ahora además deberemos sumar calumnias.

Quiero dejar constancia de que La Boyera ha propuesto a la comunidad, a traves de su abogado, soluciones legales a otros problemas que existen, ofreciendo la posibilidad de acudir a arbitrajes o mediaciones y que han sido rechazadas automáticamente por la comunidad, sin ofrecer ningún tipo de alternativas y persistiendo en lo que entiendo que son chantajes y un acoso que ahora se está yendo de las manos. Por estas razónes, ya se está en contacto con las autoridades y trabajando con abogados para intentar poner un poco de cordura en toda esta situación, dado que la intención de La Boyera es exclusivamente poder seguir ofreciendo sus servicios en paz como lleva haciendo desde hace más de 14 años.