Las cosas y sustancias pringosas, ya sean materiales o inmateriales, no sólo se caracterizan por su desagradable aspecto grasiento, viscoso y mucilaginoso, sino sobre todo por su cualidad de pringar, ensuciar y adherirse a cualquier cosa que se les aproxime o les roce, sea un dedo, la boca y hasta los ojos, si es que están mirando esa porquería pringosa. Es decir, por su capacidad de transmisión y contagio, que en eso consiste lo pringoso. Mejor no lo toquen, ni siquiera con un palito. Basta verlo para que se te quede pegado, y luego cuesta mucho sacarse el pringue de encima. Naturalmente, nos estamos refiriendo a cosas pringosas en sí, puro pringue, no a las que también pueden usarse para untar algo, como un tomate o un chorro de aceite de oliva. La diferencia es fácil de percibir, ya que el asco, una emoción violenta de rechazo producida por nuestro sistema límbico, está estrechamente relacionada con lo realmente pringoso, y no reacciona contra un tomate.
Oraciones
Cosas pringosas
07/06/24 4:00
También en Opinión
- Una secretaria del 'Mateu Orfila', condenada a pagar 10.600 euros por acceder al historial de citas médicas
- Así se ve un aterrizaje en Menorca desde la cabina del piloto
- Un menorquín, elegido el mejor médico de familia del año por la Real Academia Nacional de Medicina
- Meliá compra el edificio de Sa Perdiu en Ferreries con vistas a alojar al personal de sus hoteles
- Un operario de la depuradora de Son Bou, herido grave al precipitarse desde cuatro metros