El Consell actual se ha encontrado con un contrato de recogida selectiva de residuos que firmaron sus antecesores y que ahora tiene que cumplir. Un contrato por ocho años que de momento se aplica en su totalidad en Es Castell y está parcialmente implantado en Maó, donde quedan pendientes barrios densamente poblados como Avenida Menorca, Andrea Doria y Ses Vinyes. La actitud ciudadana en general ha sido de aceptación, no queda otra, ya que la recogida selectiva conlleva la desaparición de los contenedores que había en las calles. Ese es uno de los puntos controvertidos del sistema, porque da coartada a los guarros que se deshacen de bolsas en cualquier camino o esquina, o junto a una papelera, cuando esa no es su función. También alienta el llamado turismo de basuras y dificulta el civismo de quienes recogen la porquería ajena o quieren depositar su propia bolsa cuando hay un fallo y no la recogen los operarios.
Vía libre
La intimidad que tiramos
10/07/24 4:00
También en Opinión
- Un pasajero denuncia discriminación lingüística en el Aeropuerto de Menorca: «Aquí se habla español»
- Tomás de la Quadra-Salcedo en Menorca: «Veo difícil que la Ley de Amnistía acabe siendo inconstitucional»
- Que el miércoles por la tarde, la playa de Cala en Turqueta...
- El instructor de Desokupa denuncia a Cristina Gómez por cuestionar su cambio registral a mujer
- Menorca entra en alerta amarilla y el mal tiempo obliga a cancelar actos el fin de semana