El estrés puede provocar sequedad en los ojos. | Sean Patrick

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Muchas personas lidian con el estrés en su día a día: desde las responsabilidades diarias de la escuela, el trabajo y los hijos hasta situaciones que afectan a nuestras vidas como la crisis del coste de la vida. Sin embargo, la mayoría de las veces tampoco nos tomamos el tiempo necesario para combatirlo y relajarnos, por lo que este se acumula y el cuerpo reacciona. Algunas de las manifestaciones físicas pueden ser la caída del cabello, cambios en la piel, cefaleas, alteraciones del ciclo menstrual y otro que puede sorprender es en nuestra vista. Con frecuencia, los periodos de angustia son inevitables, pero el problema se acentúa si se prolongan y van acompañados de malos hábitos. Un estudio reciente realizado por Gallup descubrió que un 36 % de los trabajadores en España sufre niveles de estrés altos. Por ese motivo, aquí os dejamos siete consejos útiles para evitar la aparición de problemas de visión relacionados con esta tensión.

Mantén los ojos hidratados

Como hemos visto, el estrés puede provocar sequedad en los ojos. Usar lágrimas artificiales, especialmente si llevas lentillas, es importante para combatirlo. Este tipo de gotas pueden adquirirse sin receta médica en farmacias, supermercados e incluso a través de Internet. También es esencial permanecer hidratado para ayudar a la vista

Sigue la regla 20-20-6

La fatiga visual es otra dolencia que podemos padecer especialmente si sufrimos estrés relacionado con el trabajo y si pasamos muchas horas delante de la pantalla. Para combatir estos síntomas, deberías seguir una sencilla regla: hacer una pausa cada 20 minutos para mirar durante 20 segundos a un punto fijo que se encuentre a unos 6 metros de distancia.

Practica una buena higiene visual

Esto implica no frotarse los ojos porque podría irritarlos, transmitir bacterias y provocar pequeños arañazos en la delicada piel que hay a su alrededor. Una buena higiene significa también no compartir maquillaje, no utilizar productos que haya excedido su fecha de caducidad y limpiar con regularidad las brochas; todo esto te ayudará a evitar bacterias dañinas.

Lleva una dieta sana y equilibrada

Una dieta sana e incorporar alimentos buenos para tus vista puede evitar que los picos de estrés afecten la salud ocular. Algunas vitaminas pueden ayudar a incrementar la cantidad de nutrientes que reciben tus ojos. De este modo, no solo mejoran su salud, sino que reducen el malestar provocado por la sequedad, así como los problemas y enfermedades oculares. Las vitaminas más efectivas son la luteína y la zeaxantina.

Intenta permanecer activo

Una vida activa, alejada de las pantallas y de un estilo de vida sedentario, dará a tu salud física y visual los cuidados que necesita. Según las recomendaciones internacionales sobre actividad física de la OMS, los adultos entre 18-75 años deberían realizar actividad aeróbica de intensidad moderada al menos 150 min a la semana o actividad aeróbica de alta intensidad al menos 75 min a la semana. Si haces ejercicio al aire libre, asegúrate de proteger tus ojos contra los dañinos rayos UV.

Revisión periódica

Es importante revisarse la vista cada 2 años. Además, si sufres alguno de los síntomas anteriores durante un periodo prolongado, es esencial que visites a tu oftalmólogo para evitar que aparezcan problemas de salud ocular más graves.

Cuida tu sueño

Según un estudio realizado por BMJ Open, las personas que no duermen suficiente tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma, una enfermedad ocular frecuente en la que se daña el nervio óptico que conecta el ojo con el cerebro. Si no se trata a tiempo, puede provocar ceguera. La falta de sueño puede contribuir también a la aparición de otros problemas que podrían afectar a la visión, como el síndrome del ojo seco, las moscas volantes y la mioquimia o temblores en los párpados.