El tofu se puede consumir de diferentes maneras. | Freepik

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El consumo de tofu, tempeh y seitán se ha asociado tradicionalmente con dietas vegetarianas y veganas. Sin embargo, sus beneficios nutricionales, su versatilidad en la cocina y su impacto ambiental positivo hacen que su inclusión en la dieta sea recomendable para todos, independientemente de sus preferencias dietéticas.

Tofu

Obtenido a partir de la coagulación de la leche de soja, es conocido por su textura firme y su capacidad para absorber los sabores de los ingredientes con los que se cocina. Aunque su contenido proteico no es el más alto entre las proteínas vegetales, oscilando entre el 10% y el 20% dependiendo del fabricante, su bajo costo y facilidad de preparación lo convierten en una opción accesible y adaptable para muchas recetas. Su naturaleza neutra en cuanto a sabor y textura lo hace ideal para ensaladas, platos principales, pastas y acompañamiento de legumbres, proporcionando una base perfecta para una amplia variedad de platos.

Tempeh

Se elabora mediante la fermentación de semillas de soja enteras, lo que le confiere un perfil nutricional rico en proteínas, calcio, fibra y minerales. Su sabor distintivo y su textura mantienen su integridad incluso después de cocinar, lo que lo hace apto para ser asado en parrillas, incluido en ensaladas, salteados, rellenos de fajitas o tacos. Esta riqueza en nutrientes y su versatilidad culinaria lo destacan como una excelente opción para añadir profundidad y textura a los platos.

Seitán

Elaborado a partir de gluten de trigo, es apreciado por su alto contenido proteico y su baja densidad energética. Con raíces que se remontan a la cocina vegetariana de los monasterios budistas, su preparación tradicional ha evolucionado a lo largo de los siglos. Hoy en día, se valora por su textura y su capacidad para tomar los sabores de los ingredientes con los que se cocina, similar al tofu. Su bajo contenido en grasas y calorías lo convierte en una opción saludable para quienes buscan alternativas a la carne sin sacrificar la satisfacción.

Más allá de sus beneficios nutricionales, el consumo de estos alimentos también se destaca por su menor impacto ambiental en comparación con las fuentes de proteína animal. La producción de estas proteínas vegetales requiere menos recursos naturales, como agua y tierra, y emite menos gases de efecto invernadero. Esta sostenibilidad ambiental, junto con su versatilidad y beneficios para la salud, subraya la importancia de incluir estas proteínas vegetales en una dieta equilibrada y consciente.

El tofu, tempeh y seitán ofrecen opciones nutritivas, versátiles y sostenibles que enriquecen cualquier dieta, más allá de las etiquetas vegetarianas o veganas. Su inclusión no solo contribuye a una alimentación equilibrada y variada, sino que también apoya la sostenibilidad ambiental, demostrando que la elección de alimentos conscientes puede tener un impacto positivo tanto en nuestra salud como en el planeta. La adopción de estas proteínas vegetales en la dieta diaria es un paso hacia un futuro más sostenible y saludable para todos.