Podemos encontrarlo en muchas cosas que consumimos | Freepik

TW
1

En el mundo de la nutrición y la salud, el eritritol ha cobrado fama como una alternativa popular al azúcar. Este edulcorante, parte de la familia de los polialcoholes y encontrado naturalmente en frutas y fermentados, prometía endulzar la vida de quienes buscaban opciones más saludables sin renunciar al sabor dulce. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Nature Medicine ha encendido las alarmas sobre su seguridad, asociándolo a un mayor riesgo de infartos e ictus.

Liderado por la Clínica Cleveland en Ohio, Estados Unidos, el estudio analizó a más de 4.000 personas en Estados Unidos y Europa, revelando que niveles altos de eritritol en sangre incrementan significativamente el riesgo de eventos cardíacos adversos graves. Este hallazgo es particularmente preocupante, considerando el rápido aumento en la popularidad de este edulcorante en los últimos años. La investigación destacó cómo este edulcorante facilita la activación de las plaquetas y, por ende, la formación de coágulos, un proceso fundamental en el desarrollo de infartos y ictus.

Aunque se promociona como un sustituto del azúcar libre de calorías y carbohidratos, ideal para personas con obesidad, diabetes o síndrome metabólico, estos grupos demográficos también presentan un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos. Esta contradicción pone en duda la recomendación generalizada del eritritol como alternativa segura al azúcar. Además, el estudio subraya la necesidad de investigar más a fondo los efectos a largo plazo de los edulcorantes artificiales en general.

Contrario a otros alimentos que el cuerpo puede metabolizar, este edulcorante pasa directamente al torrente sanguíneo tras su ingestión y se elimina a través de la orina. Si bien el cuerpo humano lo produce en pequeñas cantidades, el consumo adicional a través de alimentos procesados puede llevar a una acumulación en el organismo, lo que eleva las preocupaciones sobre sus efectos a largo plazo en la salud cardiovascular.

Ante estos hallazgos, los autores del estudio hacen un llamado a la realización de más investigaciones que examinen los efectos a largo plazo del eritritol y otros edulcorantes artificiales en la salud cardiovascular. Mientras tanto, recomiendan consultar a médicos o dietistas certificados para obtener asesoramiento personalizado sobre opciones alimenticias más saludables, especialmente para aquellas personas con un mayor riesgo de enfermedades del corazón.

La investigación sobre el eritritol abre un nuevo capítulo en el debate sobre la seguridad de los edulcorantes artificiales, recordándonos la importancia de cuestionar y estudiar profundamente los productos que consumimos en nuestra búsqueda de una vida más saludable.