El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. | Efe

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César Antonio Molina, ministro de Cultura entre 2007 y 2009 en el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido el voto para el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, «para que los fantasmas de un lado y de otro no tengan opción». El exministro ha expresado su confianza en Feijóo de quien ha dicho que es «sensato, capaz, leal, paciente, claro y fiable», durante su intervención en la presentación del programa cultural del PP para las elecciones generales del 23 de julio.

Molina ha defendido que los gallegos siempre han confiado en Feijóo porque es un «presidente de primera» y le ha elogiado por lidiar con el nacionalismo del BNG, un partido del que ha dicho que pide cultura y educación en sus pactos con el PSOE «para fanatizar a la gente».

El profesor y escritor ha sido además muy crítico con el presidente el Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha acusado de insultar a «todos los gallegos» y de pensar que «solo los vascos y catalanes son de primera y el resto de los españoles son de segunda o de tercera». También ha abogado por los acuerdos de estado entre los dos grandes partidos en cultura o educación y ha deseado que «uno», en alusión al PSOE, «salga de la enfermedad esta vidriosa que tiene y vuelva a estar en su sano juicio».

Piensa además el exministro de Cultura que en España «ya no hay políticos sensatos» y «casi el único político sensato es el presidente Feijóo», mientras que los «insensatos» están llevando a España a «un abismo del que difícilmente podremos salir».

También ha dicho que le «duele que se ponga en duda si debe haber un ministerio de Cultura», aludiendo a los empleos de la industria y ha argumentado que «la princesa tendrá que recorrer España para conocer su país», también a través de los monumentos, y escritores y una «compañía fundamental» debería ser un ministro de Cultura al que ve como «un ministro de paz» y «por encima de las ideologías».

César Antonio Molina ha aludido además a los 500 años de la empresa «común» de España, donde «no hay ni colonialistas ni colonizados» sino que «todos somos españoles y tenemos que trabajar por el bien de nuestro país». Y tras definirse como «republicano de familia» ha dicho que ve «indignante» como se ha tratado a la monarquía en los últimos años.