Protestas. Los ciudadanos se manifiestan para reclamar la democratización del país - Reuters

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Más de 6.200 personas han muerto en Siria desde el inicio, el pasado mes de marzo, de la revuelta popular contra el presidente, Bashar al Assad, por la represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que exigen su renuncia, según ha informado el grupo defensor de Derechos Humanos Avaaz (Reino Unido).

Siria está afrontando cada vez una mayor presión de la comunidad internacional por su actuación frente a las manifestaciones que se suceden en todo el país desde marzo para exigir avances democráticos y la dimisión del presidente Al Assad, siguiendo la estela de la denominada Primavera Árabe, que marcó el final de los regímenes de Zine el Abidine Ben Alí en Túnez el 14 de enero pasado y de Hosni Mubarak en Egipto el 11 de febrero de este año.

La organización defensora de Derechos Humanos Avaaz ha afirmado este jueves que tiene pruebas sobre la muerte de más de 6.237 personas a manos de las fuerzas de seguridad, de las cuales 627 fueron sometidas a torturas por los agentes y al menos 400 eran niños.

Este balance supera en cerca de un millar las víctimas mortales hasta ahora contabilizadas por Naciones Unidas, que han sufrido un brusco aumento en los últimos meses. "Nadie puede cerrar los ojos ante el espectáculo de horror en Siria. Uno de cada 300 sirios ha muerto asesinado o encarcelado", ha afirmado el director ejecutivo de Avaaz, Ricken Patel, en un comunicado.

"El mundo afronta una elección: esperar mientras continúa la brutal violencia de una guerra civil en todo el país o dar un paso adelante para obligar a Al Assad a dimitir", ha subrayado. Según las estimaciones de esta ONG, las fuerzas de seguridad han detenido a al menos 69.000 personas desde el comienzo de las manifestaciones, de las cuales 32.000 fueron posteriormente liberadas. La cifra de muertos ha aumentado bruscamente en los últimos meses mientras las movilizaciones contra el régimen quedan eclipsadas por los enfrentamientos entre activistas opositores armados, miembros del denominado Ejército Libre Sirio, y fuerzas gubernamentales.

Avaaz cree que casi un millar de combatientes opositores, 917 en total, han muerto desde marzo en enfrentamientos con fuerzas del régimen. En concreto, la ofensiva del Ejército sirio por poner fin a las movilizaciones registradas cerca de la frontera con Turquía ha acabado con la vida de 111 civiles y activistas armados, según datos aportados otra ONG.