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El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y los tres líderes de la oposición parlamentaria firmaron este viernes el acuerdo para el arreglo de la crisis después de tres meses de protestas antigubernamentales atizadas por violentos disturbios.

«En estos trágicos días, cuando Ucrania ha sufrido graves pérdidas, cuando ha muerto gente a ambos lados de las barricadas, considero mi deber en memoria de los fallecidos declarar que no hay nada más importante que la vida humana», aseguró Yanukóvich.

El presidente, que ya tuvo que dejar el poder en una ocasión tras la incruenta Revolución Naranja de 2004, aseguró que lo importante es dar pasos «para restablecer la calma y evitar más víctimas en la confrontación».

Los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia ejercieron de testigos de la firma del documento, que contemplaría unas elecciones presidenciales anticipadas, un gobierno de unidad nacional y una nueva Constitución.

Es «un buen compromiso para Ucrania» y «una oportunidad para la paz» que «abre las puertas para la reforma y para Europa», aseguró en su cuenta de Twitter el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski.

La firma del acuerdo estuvo precedida por un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de los disturbios de los últimos tres días en la capital ucraniana, que ascienden a 80, según las cifras oficiales.

El documento no menciona plazos para la convocatoria de elecciones presidenciales, pero algunas fuentes locales informaron de que los comicios se celebrarán a finales de este año y no en 2015 como estaba previsto.

El documento se firmó después de que recibiera el respaldo del Consejo Civil del Maidán, bastión de los manifestantes opositores ucranianos.

El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, acudió a la plaza de la Independencia (Maidán) para consultar con los manifestantes los términos del acuerdo para poner fin a la violencia en el país.

En la histórica plaza se encuentran congregados desde hace exactamente tres meses diversos grupos opositores, entre ellos organizaciones ultranacionalistas que se habían manifestado en contra de cualquier acuerdo con Yanukóvich, al que exigían su dimisión inmediata.

Sin apenas tiempo para celebrar el acuerdo, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania restituyó hoy la Constitución de 2004, lo que limitará notablemente las facultades del jefe del Estado en favor del Legislativo, una de las principales demandas de la oposición.

En un plazo de cinco días, Yanukóvich se verá privado de algunos de sus principales poderes, que el líder del principal partido opositor, Batkivschina (Patria), Arseni Yatseniuk, calificó de «dictatoriales».

La ley de restitución de la carta magna aprobada durante la Revolución Naranja de 2004 fue apoyada por trámite de urgencia, sin debate previo, por 386 diputados -140 oficialistas, 35 comunistas, 50 independientes y 164 opositores-, mientras 10 no votaron y otro se abstuvo.

Esa Constitución fue enmendada nada más llegar a la jefatura del Estado en 2010 Yanukóvich, que convirtió a Ucrania en una república presidencialista.

A partir de ahora, será la Rada Suprema la que nombre al primer ministro y forme el Gobierno, además de que los titulares de Defensa e Interior, los responsables de las fuerzas de seguridad y la Fiscalía dejarán de depender del presidente.

Por otra parte, otros 372 diputados apoyaron una ley que impedirá la persecución judicial de los participantes en las protestas antigubernamentales de los últimos tres meses y en los disturbios violentos, que han dejado 80 muertos, según fuentes oficiales.

No obstante, la amenaza de un nuevo estallido de violencia sigue latente, ya que el líder de la organización ultranacionalista Sector de Derechas, Dmitri Yarosh, rechazó de inmediato el acuerdo al asegurar que sus partidarios no se fían de Yanukóvich.

«La revolución nacional continúa», afirmó Yarosh, quien subrayó que las protestas terminarán cuando el actual régimen sea apartado definitivamente del poder.

En cuanto al Maidán, no está claro qué ocurrirá con los miles de manifestantes que aún se encuentran concentrados en la plaza de la Independencia y sus calles adyacentes, muchos de los cuales no pueden regresar a sus casas, ya que están fichados por la policía.

Las protestas antigubernamentales estallaron hace exactamente tres meses, después de que el Gobierno ucraniano suspendiera la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y apostara por restablecer unas relaciones comerciales plenas con Rusia.