KENIA. Una mujer pasa delante de una zona de aislamiento de un hospital. | NOOR KHAMIS/Reuters

TW
0

El brote de ébola en Africa occidental da indicios de que puede ser frenado con medidas adecuadas en Nigeria y Guinea Conakry, aunque mantiene una evolución dramática en Sierra Leona y, sobre todo, en Liberia, evaluó ayer la OMS.

Once días después de declarar el ébola como una emergencia de salud pública internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) constató en un comunicado que «la situación en Lagos, Nigeria, donde el primer caso importado (de un viajero que llegó en avión de Liberia) se detectó en julio, parece alentadora».

«La intensidad del rastreo y los esfuerzos en la vigilancia generan un cauteloso optimismo de que la propagación del virus en Nigeria se puede detener», dijo el organismo, que coordina los esfuerzos mundiales para detener la expansión del letal virus.

El actual brote se detectó en marzo en Guinea Conakry, desde donde se expandió por Liberia, Sierra Leona y Nigeria, con 2.240 casos registrados, 1.229 de ellos mortales, hasta el sábado pasado.

Los quince casos detectados en Nigeria forman parte de una única cadena de transmisión del virus, es decir que las cuatro personas que han muerto en este país y el resto de infectados tuvieron contacto directo con el primer enfermo allí o con alguno de los que éste contagió.

Sobre Guinea, los especialistas consideran que no puede darse por sentado que pronto se ganará la batalla contra el ébola, pero sí reconocen que hay un nivel de sensibilización en la opinión púbica mayor que en el resto de países afectados, lo que es un gran paso adelante.

Desde que se detectaron los primeros casos del actual brote de ébola en Guinea, «se han encontrado soluciones» que la OMS calificó de «innovadoras».

Por ejemplo, líderes comunitarios respetados han colaborado para conseguir la cooperación de 26 aldeas con contagiados que se resistían a recibir ayuda exterior.

Las ideas equivocadas, los rumores y mitos en torno al ébola han dificultado la capacidad de detener su propagación.