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Las FARC iniciaron este sábado su Décima Conferencia Nacional Guerrillera, un encuentro histórico de siete días en el que ratificarán el acuerdo paz que alcanzaron con el Gobierno colombiano, aprobarán el abandono de las armas y sentarán las bases para convertirse en un movimiento político.

La Conferencia, organismo donde se toman las decisiones centrales del funcionamiento de las FARC, cuenta con la presencia de unos 200 delegados que representan a sus diferentes unidades, además de su líder, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», quien calificó la cita de «histórica», y los miembros del Secretariado, como se conoce al mando colegiado de la guerrilla.

Todos ellos se han desplazado hasta la remota región de El Diamante, en los Llanos del Yarí, un corredor natural de sabanas que abarca parte de los departamentos del Caquetá y Meta, en los límites con la Amazonía, en donde han tenido uno de sus bastiones.

Para la ocasión se han desplazado hasta la zona alrededor de 800 guerrilleros que han montado un gran campamento en el que se alojan junto a invitados internacionales y centenares de periodistas de todo el mundo que se han desplazado para la cobertura del evento.

Esa pequeña aldea, que supera en población a las que se ubican en un área de 100 kilómetros a la redonda, se levanta alrededor de un gran escenario en el que «Timochenko» abrió este sábado la Conferencia, en la que debatirán el acuerdo de paz rubricado con el Gobierno colombiano el pasado 24 de agosto en La Habana, y que será la última de las FARC como guerrilla.

«Nos hallamos reunidos aquí, tras 52 años continuos de confrontación política y militar con el Estado colombiano (...) con una representación lo más amplia posible de todos los guerrilleros de las FARC», dijo «Timochenko» en el discurso con el que inició los debates de una semana, que serán a puerta cerrada.

Antes, los miembros del Secretariado, desde la tarima, y los delegados guerrilleros, formados y cuadrados frente a ellos, escucharon el himno colombiano con unas estrofas añadidas en las que se llama a luchar y morir por la patria, así como el de las FARC.

Los líderes acudieron a la cita con camisetas que portaban el eslogan «Reconciliación nacional, paz con justicia social y democracia avanzada», ideas sobre las que giró buena parte del discurso de «Timochenko», que también apeló al ideario histórico de las FARC, de corte marxista-leninista.

Asimismo, recordó que la decisión que salga de la Conferencia acerca del acuerdo tendrá «carácter vinculante» para todos y cada uno de los miembros de las FARC.

Por tanto, si en la reunión ratifican el acuerdo y deciden dejar las armas y desmovilizarse, algo más que previsible, todos los miembros de las FARC se verán obligados a hacerlo.

De este modo quienes se declaren reacios a continuar los pasos, bien por radicalismo ideológico o por el fuerte influjo del narcotráfico, quedarán al margen de la organización y de sus siglas.

«Timochenko» también aseveró que las FARC tienen un carácter democrático y político, y no son solo una guerrilla «de exclusiva naturaleza militar regida por los caprichosos criterios de un cuerpo de mandos ambiciosos».

Todo ello es, en su opinión, lo que les permitió pasar de una pequeña guerrilla con 48 campesinos hace 52 años «a los miles de mujeres y hombres» que, señaló, la conforman este sábado.

Para el líder guerrillero, su fuerza les ha llevado a unas negociaciones de paz, puesto que considera que en el conflicto armado no ha habido vencedores.

«Con el acuerdo queda claro que en esta guerra no existen vencedores ni vencidos, al tiempo que nuestros adversarios se ven obligados a reconocer nuestro derecho pleno al ejercicio político con las mas amplias garantías», dijo.

En aparente referencia al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien en varias ocasiones ha dicho que el Ejército y la Policía han vencido el conflicto armado, apostilló: «si nuestros adversarios quieren pregonar que ganaron la guerra, allá ellos, para las FARC-EP y nuestro pueblo, la mayor satisfacción será siempre haber ganado la paz».

Por todo ello, apeló a los delegados en la conferencia para que asuman la responsabilidad «ética e histórica» de que «los niños de Colombia tengan la real posibilidad de crecer y ser felices en un país en paz».

«Declaró oficialmente instalada la Décima Conferencia Nacional de las FARC-EP, en sus manos se encuentra el destino de Colombia», concluyó.