Miembros del Servicio de Emergencia de Ucrania transportan un cuerpo mientras trabajan en un lugar de entierros masivos en la ciudad de Izium. | Reuters

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El Gobierno ha expresado este sábado una condena firme a la masacre descubierta en la fosa común de Izium, en territorio de Ucrania, tras la reciente retirada de las tropas rusas, y ha subrayado que no puede haber impunidad para esos crímenes. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha hecho un llamamiento a que sean respetados el derecho internacional y el derecho internacional humanitario, así como la investigación de los crímenes cometidos.

«La muerte de estas personas no debe quedar impune», ha indicado el departamento dirigido por José Manuel Albares en la nota. En Izium -ciudad a unos 120 kilómetros al sudeste de Járkov- fueron halladas esta semana al menos 440 tumbas de ucranianos presuntamente asesinados por el Ejército ruso, además de una decena de supuestas cámaras de tortura.

Por su parte, la Presidencia checa de la Unión Europea (UE) ha pedido este sábado el establecimiento de un tribunal especial para juzgar los crímenes supuestamente cometidos por el ejército ruso en la zona de Izium, una de las ciudades recuperadas recientemente por Ucrania en la región de Járkov. «Pido la rápida creación de un tribunal internacional especial que juzgue el crimen de agresión», declaró el ministro checo de Exteriores, Jan Lipavsky, en un comunicado publicado en la red social Twitter.

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En el breve mensaje, afirma que «Rusia dejó atrás fosas comunes con cientos de personas fusiladas y torturadas en la zona de Izium». «En el siglo XXI, estos ataques contra la población civil son impensables y aborrecibles. No debemos pasar esto por alto. Estamos comprometidos a castigar a todos los criminales de guerra», añade.

Tras haber recuperado la región oriental de Járkov en una contraofensiva contra eel Ejército ruso, que la ocupaba, el Gobierno de Ucrania ha sacado a la luz el descubrimiento de 440 tumbas y una decena de supuestas cámaras rusas de tortura en los territorios liberados. El descubrimiento, comunicado ayer, viernes, ha desatado una oleada de indignación y condenas. La misión de derechos humanos que la ONU tiene desplegada en Ucrania anunció que tenía previsto verificar sobre el terreno los tristes hallazgos.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, compara la situación hasta ahora revelada allí con la que se encontraron sus soldados en Bucha tras la retirada de las tropas rusas, y acusó al Kremlin de tortura. «Es prematuro avanzar cifras sobre las personas que han sido enterradas ahí. Las investigaciones están aún en marcha», afirmó en líder ucraniano, en un mensaje difundido por vídeo, según el portal Ukrinform.