Didier Reynders, comisario europeo de justicia. | OLIVIER HOSLET

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El Gobierno húngaro confió hoy en tener acceso a los fondos europeos en 2023 y consideró que la propuesta hoy de la Comisión Europea de mantener congelado parte de ese dinero ya estaba prevista. «La congelación no es una novedad», dijo hoy ante la prensa Tibor Navracsics, ministro responsable de la utilización de los fondos europeos, agregando que espera que en 2023 Hungría tendrá acceso a esos recursos. «Esperamos convencer a la Comisión Europea (CE) y así tendremos acceso a los fondos en 2023», dijo el ministro sobre los fondos regionales, asegurando estar «contento» por la aprobación por parte del Ejecutivo comunitario del plan de recuperación.

La Comisión Europea (CE) aprobó hoy el plan de recuperación de Hungría que negocia con el Gobierno de Viktor Orbán desde hace más de un año y prevé el desembolso de 5.800 millones, pero recomendó congelar el pago de 7.500 millones en fondos regionales hasta que Budapest adopte medidas contra la corrupción. Ambas decisiones de la CE tendrán que ser validadas por los Estados miembros. Se espera que los ministros de Economía de los 27 se reúnan el 6 de diciembre para debatir ese asunto.

El Ejecutivo comunitario ha bloqueado el desembolso de 7.500 millones de euros por deficiencias en materias de Estado de derecho, en particular en la lucha contra la corrupción y el funcionamiento adecuado y transparente de las licitaciones públicas, así como por problemas sobre la independencia judicial. Hungría ha aprobado 17 reformas legales para cumplir las exigencias y las normas comunitarias, pero la CE considera que esas medidas, pese a suponer algún avance, son insuficientes. Hungría tiene que completar otra decena de medidas, relacionadas con el fortalecimiento de la independencia de los jueces húngaros y otras cuestiones relacionadas con el Estado de Derecho, para desbloquear estos fondos. «Ningún fondo llegará hasta que no se hayan implementado adecuadamente los hitos esenciales», dijo hoy el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, mientras que la CE prometió ser «muy vigilante» en el asunto.

Tras el anuncio de la CE la eurodiputada del partido húngaro liberal Momentum, Anna Donáth envió una carta a la presidenta de la CE, Urusula von der Leyen pidiendo que analice «urgentemente todas las posibilidades para asignar estos fondos, no al gobierno húngaro, sino a las autoridades locales, la sociedad civil y las empresas, lanzando una licitación directa». La sociedad húngara no es culpable de que Orbán «sea incompetente y hostil hacia la UE», afirmó Donáth, recordando a la importancia de los fondos en «esta crisis social».