En la ceremonia, Lula pronunció dos discursos y centró ambos en su firme compromiso en el combate a las desigualdades de todo tipo que dividen a la población y «atrasan» el desarrollo del país, en especial la gigantesca brecha entre ricos y pobres, pero también la desigualdad racial y de género. El mandatario rompió a llorar al hablar de las familias que se ven obligadas a rebuscar en la basura para encontrar comida y, desde el púlpito del palacio presidencial de Planalto, le pidió a la multitud congregada en la plaza de los Tres Poderes: «¡ayúdenme!». Lula aprovechó la ausencia de Bolsonaro para cargar de simbolismo el acto protocolario de la imposición de la banda presidencial, que ilustra el traspaso del poder. Recibió la banda de un grupo de ciudadanos, en su mayoría anónimos, que ejemplifican la diversidad de la sociedad brasileña.
Una mujer negra que se dedica a la recolección de basura reciclable, un profesor, un joven con parálisis cerebral, un niño negro procedente de la periferia de Sao Paulo, una cocinera, un obrero metalúrgico y el conocido líder indígena Raoni Metuktire. Junto a ellos, y llevando de la correa a su perra Resistencia, Lula subió la rampa que conduce desde la calle al primer piso del Palacio de Planalto, un gesto también de gran simbolismo, puesto que normalmente los presidentes acceden al palacio solos, andando entre dos filas de los soldados del regimiento de los Dragones de la Independencia.
Fuertes críticas a Bolsonaro
Gran parte de las intervenciones de Lula se basó en críticas a la gestión de Bolsonaro, a quien, sin citarle, acusó de haber encabezado un «Gobierno de destrucción nacional». En especial, prometió que no quedarán impunes los responsables por la gravedad de la pandemia en Brasil, donde murieron casi 695.000 personas de covid-19, según recalcó, mientras el país estaba liderado por un «Gobierno negacionista». Desgranó también los daños infligidos por el Gobierno de Bolsonaro a la economía, el medioambiente, los servicios de sanidad y educación y, sobre todo, al tejido social de Brasil, que salió de las elecciones del 30 de octubre polarizado y dividido como nunca. De hecho, eligió la frase «unión y reconstrucción» como lema de su nuevo Gobierno y pocas horas después de jurar el cargo, dio el primer paso para revocar las medidas más polémicas de Bolsonaro, firmando sus primeros trece decretos.
Entre otros aspectos, ordenó que sea hecho un nuevo registro de todo el armamento adquirido por civiles en los últimos cuatro años, aprovechando la liberación de armas promovida por Bolsonaro. En el apartado medioambiental, revocó un decreto que permitía la explotación mineral en tierras indígenas y reactivó el llamado Fondo Amazonía, constituido con donaciones de Alemania y Noruega para contribuir con la protección de la selva y que había sido suspendido por decisión de Bolsonaro en 2019.
Presencia internacional
Otra de las promesas que hizo Lula fue la de «romper el aislamiento» diplomático que vivió Brasil en los últimos cuatro años con un presidente que solo mantuvo relaciones fluidas con países gobernados por la extrema derecha. Una tarea que empieza con buen pie dada la nutrida representación de autoridades de 68 países que acudieron a la investidura, entre ellos el rey de España y los presidentes de Portugal, Alemania, Argentina, Colombia, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Chile, Paraguay y Honduras. También asistió el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, con cuyo país Lula anunció que restablecería relaciones diplomáticas a partir de este 1 de enero, después de que Bolsonaro las rompiera hace cuatro años.
Además, acudieron exmandatarios con los que Lula guarda lazos de amistad, como el uruguayo José Mujica y el boliviano Evo Morales, quien le regaló a Lula una chaqueta similar a otra que le dio hace años y que el líder brasileño usa frecuentemente. En su discurso de toma de posesión, Lula adelantó que Brasil va a «retomar la integración» en América Latina para tener «un diálogo activo y altivo» con las otras regiones del mundo. «Retomaremos la integración a partir del Mercosur, con la revitalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias soberanas» que existen en Latinoamérica, declaró ante el Parlamento. También garantizó que su Gobierno fortalecerá la cooperación con el foro BRICS, que Brasil integra junto con Rusia, India, Suráfrica y China, el principal socio comercial de Brasil.
China tuvo frías relaciones con el Ejecutivo de Bolsonaro y este domingo envió a la capital brasileña una delegación de alto nivel, encabezada por el vicepresidente Wang Qishan. Este lunes, Lula iniciará su agenda de trabajo con una serie de reuniones con varios de los jefes de Estado que han acudido a su investidura.
13 comentarios
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Y porque o lo hizo antes cuando estuvo años en el Poder Que ahora descubrió la Fórmula para areglar las cosas Todos dicen lo Mismo se saben todas las soluciones pero luego en el Poder tienen alzheimer xknse olvidan de todo lo que prometieron
Angelcaídosi tota crítica que li pots fer a en Lula és que vagi en es cotxe presidencial brasiler per sa cerimònia de presa de possessió, és que no tens cap argument vàlid per criticar-lo. "El automóvil estatal ceremonial de Brasil es un Rolls-Royce Silver Wraith de 1952 , que utiliza el presidente de Brasil en ocasiones especiales como las conmemoraciones del Día de la Independencia, las visitas de estado y la toma de posesión del presidente electo. Este es uno de los dos modelos de Rolls-Royce adquiridos por el expresidente Getúlio Vargas en 1953." Font: viquipèdia (en portuguès a s'original)
Tomeu OliverLa desigualdad forma parte de las sociedades humanas, y gobernar para que esas desigualdades se reduzcan dando oportunidades a los que parten de una situación más desfavorecida es bueno para la sociedad en general. A los neoliberales les gusta más pensar que se han hecho a sí mismos, que son la repanocha y el que es pobre se lo merece. Se debe de sentir uno cojonudamente🤣
AngelcaídoTodos los presidentes electos en Brasil tienen la obligación de usarlo en esa ceremonia, infórmese bién.
No soy seguidor de este hombre, pero comparado con Bolsonaros, Trumps y demás fauna, es lo mejor que le podía pasar a Brasil.
menorcadriverEl día de los santos inocentes ya pasó.
Este es su tercer intento de eliminar las desigualdades ¿qué le hace pensar a los votantes que está vez sí será? La desigualdad forma parte de la genética humana. A no ser que se haya vuelto genetista y quiera diseñar una variante mejorada de Homosapiens, lo tiene claro.
Tot Sud-amèrica va votar a les dretes capitalistes i poc a poc han vist com els robaven i legislaven en contra dels interessos dels ciutadans. Avui pràcticament tot Sud-amèrica té governs d'esquerres més moderades i competents que mai, Europa hauria de ser inteligent i millorar les relacions amb ells (sense fer neocolonialisme), hi ha molt en joc i hi podem guanyar tots
Pues nada . Yo CREÍ EN ESTE HOMBRE. Ya no. Un SINDICALISTA EN ROLLS ..
Sí, como la otra vez... Siempre lo mismo. TODOS igual, lo único que verdaderamente arreglan es lo suyo