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Desde que el pasado 24 de febrero Vladimir Putin decidiera invadir Ucrania, más de 20 espías y diplomáticos rusos han desertado de este país, tal y como revela este sábado el diario inglés The Daily Mirror.

Según este medio, este nivel de deserciones ha motivado que el Kremlin tome decisiones drásticas como impedir que los familiares de funcionarios en misiones en el extranjero se trasladen a vivir con ellos y se queden en Rusia de manera obligatoria.

De esta manera, si uno de los espías o diplomáticos decide desertar, su familia vería las consecuencias aplicadas contra ellos. Incluso si los miembros de la familia regresan a Rusia mientras un espía o diplomático está en un puesto en el extranjero, se mantienen en casa como garantía.

Bruce Jones, uno de los principales analistas de Rusia del Reino Unido, dijo al Mirror: "Fuentes muy importantes y bien informadas me han dicho que ha habido una serie de deserciones tanto de diplomáticos rusos como de oficiales de inteligencia".

"Algunos de ellos son conocidos públicamente, pero en el fondo hay muchos más, posiblemente más de 20 y esto es indicativo de un momento extremadamente peligroso para el Kremlin", añadió Jones.

"Es probable que esto se mantenga en silencio por razones obvias, pero estas deserciones no se dan solo en el oeste, sino también en toda Asia", concluye el experto en Rusia.

Además, cerca de un millón de civiles rusos han huido de su país, muchos de ellos para evitar el reclutamiento forzoso de nuevos soldados. Mientras, las pérdidas de tropas en el frente de Ucrania se disparan hasta las 110.000.