Víktor Orbán, líder húngaro del partido ultraconservador. | Reuters

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El pacto migratorio de la Unión Europea (UE) es inaceptable y, por ello, Hungría no lo aplicará, aseguró hoy el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, y agregó que el proyecto es obra de «la red de (el magnate George) Soros». «El pacto migratorio no es aceptable, por ello Polonia y Hungría han dicho no al proyecto», dijo Orbán en declaraciones a la radio pública Kossuth. Según Orbán, el pacto fue un «golpe» y determina que también los países que se oponen son obligados a aceptar inmigrantes.

«El imperio Soros contraatacó y forzó que la mayoría acepte el pacto», añadió el primer ministro, que sostuvo, sin pruebas, que el magnate estadounidense de origen húngaro con sus ideas liberales sobre sociedades abiertas está detrás del pacto migratorio.

Soros es desde hace una década nombrado por Orbán como un enemigo y le acusa de forma reiterada de estar detrás de las políticas migratorias de la UE y de otras iniciativas que considera dañinas para Hungría.

El llamado pacto migratorio de la UE fue acordado hace dos semanas con el apoyo de la mayoría de los países miembros y sólo Hungría y Polonia votaron en contra, por lo que, de mantener su postura, deberán abonar a un fondo comunitario 20.000 euros por cada persona a la que se nieguen a acoger. Orbán recalcó que la «reubicación forzosa» de inmigrantes no es viable, ya que se trata de personas que querían llegar a países más ricos, como Alemania.

«Es difícil imaginar cómo ocurriría esto. Digamos que hay inmigrantes en Alemania que no quieren venir aquí. ¿Los recogerán y meterán en vagones en Alemania para traerlos aquí? ¿Vamos a retenerlos aquí?», se preguntó el primer ministro.

Orbán reiteró que, en vez de las cuotas y reubicaciones, se debería reforzar la defensa de las fronteras externas de la UE, como la húngara, apoyando los gastos de los países miembros. El Gobierno de Orbán erigió en 2015 vallas en las fronteras del sur del país para detener a los refugiados, y, según sus estimaciones, ha gastado en la defensa de sus fronteras -desde esa fecha- más de 1.800 millones de euros.